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Riera celebró su tanto señalando al cielo en honor del desaparecido capitán espanyolista. /EFE
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La selección remonta por Dani Jarque

La selección hizo un primer tiempo nefasto, pero remontó en diez minutos de calidad y pegada

I. TYLKO COLPISA. MADRID
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Diez minutos de orgullo, calidad y pegada en la segunda mitad permitieron a España sobreponerse a un primer tiempo nefasto y dedicar a Jarque la victoria ante una Macedonia que completó el mejor primer tiempo de su historia pero se hundió en la reanudación. Un triunfo sin historia en un partido con dos caras españolas, la antipática del periodo inicial y la amable de la segunda, que dejó los felices estrenos con la absoluta de Diego López y Nacho Monreal. Y que alimenta la teoría de que esta selección brilla más con sólo un delantero.

Es cierto que a estas alturas de pretemporada los españoles no están a punto, que los macedonios jugaban el partido de su vida y que el césped alto y lento dificultaba el juego de toque, pero Del Bosque y su selección bien harían en reflexionar. En el período inicial, España fue una calamidad en todas sus líneas y los ex yugoslavos le pasaron por encima en ganas, velocidad, preparación táctica del partido e ilusión. Una fe que a veces mueve montañas por muy campeón de Europa que se tenga enfrente.

España salió al campo como si le estorbara este partido. Comenzó desganada, a merced de un rival que achuchaba y en cuanto robaba buscaba un pelotazo para ganar la espalda del rival. Aunque siempre es fácil criticar a toro pasado, se equivocó Del Bosque en su planteamiento y colaboró en la gran actuación de Pandev, un delantero que vive deprimido en el Lazio pero ya es el máximo goleador en la historia de su país.

El seleccionador ordenó una zaga adelantada, que tiraba la línea. Un problema si no hay facultades para el retorno atrás y si el centro del campo no presiona porque no puede. Y, con tanta falta de chispa, quizá sobraba uno de los delanteros y faltaba otro centrocampista. Xabi y Xavi parecían dos malas imitaciones, Capdevila no rompía por banda y Arbeloa lo intentaba pero siempre centraba mal. De Cazorla y Silva apenas llegaban pocas noticias, Villa andaba torpón, aunque tiene tanta calidad que se sacó un tiro al poste casi de la nada, y Torres se peleaba sin suerte.

Los dos goles de Pandev llegaron en posible fuera de juego, pero desnudaron el entramado defensivo la selección. Primero se plantó en solitario ante Reina, remiso a salir a la desesperada, y luego le ganó la espalda a Puyol con pasmosa facilidad. Dos goles que, unidos a la constante pelea del duro Naumoski, soliviantaron a los españoles. De ahí las patadas a destiempo de Silva y Xavi.

Mejoró sobremanera España en la reanudación con un punta, ya que Villa se fue la ducha. Las incorporaciones de Cesc y Busquets también aumentaron las prestaciones de un equipo que remontó con suma solvencia. Torres, de cabeza, Piqué, tan oportuno como un delantero centro, y Riera, con un zurdazo extraordinario, pusieron las cosas en su sitio y preludiaron la incorporación de los dos debutantes. Salvaron los muebles, disiparon dudas y dedicaron la victoria a Jarque.