ANÁLISIS

El filón de TVE

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Le llamaban el rumano. Era una época en la que TVE empezaba a tener sus escarceos con los concursos europeos e internacionales, pero no tenía realizadores originales, así que cuando Juan José Rosón contrató a Lazarov encontró un filón. El otro era Chicho Ibáñez Serrador, y con ambos, TVE empezó a triunfar, a conseguir premios con producciones propias en musicales y entretenimiento, principalmente.

Lazarov empezó con El irreal Madrid, que ganó una Ninfa de Oro. Era un hombre que te podría grabar un programa en tres horas, pero luego se pasaba tres días para prepararlo bien, le encantaba la postproducción. Y luego, claro, se hizo famoso con lo que le dio su apodo, Míster Zoom, un poco injusto con todas las cosas que hizo, con todo lo que innovó, pero hay cosas en la vida que marcan, así que para el gran público se quedó con ese apodo.

Demostró una nueva y original manera de hacer, era un hombre exigente en el trabajo a la vez que exquisito en el trato, muy afable, que supo hacerse respetar. En su etapa en Telecinco le seguí mucho menos. En el trabajo, coincidimos en la final de Eurovisión que ganó Karina y que yo retransmití. Era el paso final de aquel programa que se llamó Pasaporte a Dublín, realizado por él. Aquello nos sirvió para trabar una amistad que nos llevó incluso a veranear juntos en Marbella hace muchos años, cuando él estaba con Elsa Baeza. El rumano había alquilado por dos meses un chalé que era como un castillo fantasmagórico, parecía el de Drácula, y fue divertidísimo. ¡Cuántas veces dijimos que nos hubiera gustado trabajar mucho más juntos!