Símbolo de la resistencia pacífica
Actualizado: GuardarLa líder opositora Aung San Suu Kyi es un símbolo mundial del coraje y la lucha pacífica contra la opresión. Su historia se resume en una vida cautiva después de las tres detenciones impuestas por las autoridades birmanas, que le han privado de la libertad durante más de una década. Suu Kyi se ganó la popularidad y el cariño de su pueblo porque su padre era el general Aung San, héroe de la independencia. Fue asesinado en 1947 cuando su hija apenas contaba con 2 años.
Durante la primera mitad de la década de los 60 Suu Kyi vivió en India junto a su madre, Daw Khin Kyi, que en aquel entonces ostentaba el cargo de embajadora. En 1964 entró en la Universidad de Oxford y allí conoció a quien se convertiría en su esposo, Michael Aris. Con él tuvo dos hijos, Alexander y Kim.
Antes de regresar a Birmania en 1988 para cuidar de su madre enferma, Suu Kyi se dedicó a las tareas de madre y esposa. Sin embargo, la vuelta a su patria encendió la llama de la lucha contra el régimen. Fue así como tomó las riendas de las protestas encaminadas a exigir elecciones generales. La fuerte presión interna hizo posible que la Junta Militar cediera ante las pretensiones y convocara nuevos comicios en 1990 después de reprimir a sangre y fuego las manifestaciones del pueblo.
Suu Kyi fue condenada a su primer arresto domiciliario en 1989, pero ello no impidió que ganara por amplia mayoría unas elecciones cuyos resultados nunca fueron reconocidos. Fue liberada seis años más tarde, pero volvía a ser arrestada en septiembre de 2000. La última detención, que aún perdura, se produjo en mayo de 2003.
La vida de Suu Kyi se vio envuelta en una tragedia en 1999. No pudo ver por última vez a su esposo. Murió en Londres víctima de un cáncer y le fue imposible despedirse de su cónyuge. Llevaban tres años sin encontrarse, pero, a pesar de su estado terminal, las autoridades birmanas le negaron el visado. A pesar de todo, Suu Kyi dio muestras de entereza y valentía al rechazar viajar ella a la capital británica. Temía que el Gobierno militar le impidiera regresar a Birmania.