
Un tren con gafe
Las tormentas obligan a cambiar la vía del AVE por la convencional y provoca, una vez más, una demora en el Alvia que enlaza Cádiz con Madrid. Llegó tres horas más tarde
Actualizado: GuardarCreado para reducir en 43 minutos la cobertura del trayecto Cádiz-Madrid, el Alvia S-130 ha tenido un estreno convulso. No hace ni dos meses que se puso en funcionamiento y los problemas no han hecho más que sucederse. El Alvia llegó para sustituir al antigua Altaria y para establecer el tiempo de conexión entre las dos capitales en 4 horas y media clavadas, pero ya en varias ocasiones no ha podidido cumplir su horario. Ayer se registró, sin duda, el retraso más largo en estos 60 días, 3 horas de más en un tren repleto de viajeros.
La causa fue el corte de la noche del lunes en la vía AVE en el tramo Yeles y La Sagra, cuando la lluvia torrencial, que dejó en la provincia de Toledo importantes daños materiales, afectó a la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla/Málaga. Acababa de llegar a Madrid el convoy procedente de Cádiz y por fortuna no se vio afectado. Pero a la mañana siguiente, apareció el caos. La solución que ofreció Adif para esta línea y para la que enlaza Madrid con Huelva, que habitualmente circulan por la línea de alta velocidad, fue que realizaran sus trayectos, en ambos sentidos, por vía convencional.
Marina García cuenta cómo una vez subida en el tren con origen Madrid, el de las 10.05 horas, los trabajadores de Renfe le explicaron que la utilización de la vía convencional provocaría una demora de una hora y media, «algo normal», comenta. La esperaban sus amigas para pasar una vacaciones en Conil, pero ya no llegaría para la hora de comer, sino a las 16 horas. Pero el viaje para ella y el resto del pasaje que esperaban llegar a la capital de la Costa de la Luz a las 14.28 se le hizo eterno. María Luisa Barez, una anciana de 88 años que viajaba sola, se mostró indignada por lo que ella tildó de falta de información. «No nos decían nada y eso ha sido horroroso. Cuando me monté en Madrid no informaron de nada». María Luisa resaltó que sólo le dieron un refresco a media tarde, a pesar de que con billete preferente le correspondía, al menos, un aperitivo. Al final el tren llegaba a las 17.45, tres horas y cuarto más sobre el horario previsto.
«Hemos estado más de media hora parados no sé dónde y no había comida en las cafeterías hasta que hemos llegado a Sevilla. Aún así yo siempre he confiado en Renfe y voy a seguir utilizando este tren», sostenía Óscar Soto, otro turista madrileño que llegaba para pasar unos días de vacaciones.
Pero si los pasajeros del Alvia que salieron de la capital de España tuvieron que soportar un viaje de casi ocho horas, los que tenía comprado el billete de las 16.30 horas destino Madrid, también tuvieron que esperar un buen rato para partir hacia su destino. Desde las cuatro de la tarde los viajeros fueron llenando la estación central de trenes de Cádiz. Muchos desconocían la noticia de los cortes del AVE que durante toda la noche anterior y esa misma mañana tenía suspendidos otros trayectos y que el tren que tenían que coger en escasos minutos también se veía afectado. «Llegaré y reclamaré el importe de mi billete, pero entiendo que no tienen la culpa. Además, como voy a llegar a una hora razonable (de las 21 horas prevista a las 22.30 por el retraso), no me causa mucho trastorno», decía Guillén, un joven usuario.
«Yo preveía que algo iba a pasar, pero no me quejo mucho porque es la primera vez que me pasa. Además, la gente de la estación es encantadora», reconocía Rosa, otra chica que, aunque tarde, alcanzó al fin su destino.