Con toda esa tinta a cuestas
Victoria Adams celebra su décimo aniversario junto a David Beckham tatuándose un mensaje redundante
Actualizado: GuardarDavid y Victoria Beckham han querido celebrar su décimo aniversario como pareja haciéndose un tatuaje conmemorativo. El que se tatúen no puede sorprender a nadie. A mí lo que de verdad me admira es que aún les quede sitio. Esos cuerpos, y en concreto, esas pieles, están ya más atiborradas de tinta tatuadora que la playa de Lloret en verano. Por cierto, hablando de playas, he oído que en algunas, hartos del comportamiento incívico de sus ocupantes, han empezado a prohibirlo casi todo: oír la radio, dar un masaje, tatuar (si no se está titulado), fumar... ¡Y hasta beber agua! (esto ya me parece excesivo e incluso perjudicial para la salud pública). A este paso acabarán prohibiendo tumbarse en la arena, darse un baño... Y al final, simplemente, ir. Lo cual no sería tan malo, pues nos permitiría tener una costa paradisiaca, llena de playas desiertas, que es con lo que paradójicamente sueña el turista aficionado a invadirlas y ensuciarlas.
Una de las cosas que más me gustan de este país es que sus playas son públicas; que hay algo que no se puede comprar con dinero y que éso sea precisamente una playa. Pero parece que no todo el mundo opina igual. Según un informe del servicio de vigilancia costera de Santa Cruz de Tenerife, en las interminables bodas y tornabodas de Fiona Ferrer y Jaime Polanco se llegó a cerrar una playa, durante unas horas, para la celebración de una fiesta privada, concretamente ésa en la que la novia iba de rojo (esta vez, sin floripondio) y sus famosísimos invitados, de blanco. No sé si ocurrió, pero tampoco me sorprendería, ya que, dada la naturaleza del evento, los novios necesitaban, más que una cala, un plató. Por otra parte, la fiesta pretendía ser un homenaje a Latinoamérica... Y allí sí existen las playas privadas.
'Juntos para siempre'
En fin, volviendo a los Beckham... Para celebrar su, según algunos, inverosímil décimo aniversario junto al futbolista, Victoria se ha tatuado una frase en hebreo que dice: Juntos para siempre, eternamente. Para siempre, eternamente es todo un pleonasmo, así que Victoria ha caído, además de en la ordinariez, en la redundancia. Y luego... ¿A qué viene esa manía de tatuarse en lenguas extranjeras? (Ni que fueran españoles, un país donde nos encanta que nuestros hijos se eduquen en idiomas incomprensibles para sus padres). A mí en el tatuaje dame un idioma que pueda entender, que se lea claramente. Algo inequívoco, como ejemplo: Amor de madre. Tú ves eso tatuado en un brazo y entiendes el mensaje a la primera: Este individuo ha estado en la cárcel.
El problema de tatuarse es que, como el rascar, todo es empezar. Acaban de descubrirnos que la adicción a broncearse se llama tanorexia (en italiano, Donatella Versace), y pronto nos hablarán de la tatoorexia o adicción al tatuaje, un vicio que ha convertido a una mujer como Angelina Jolie en auténtico tablón de anuncios (por delgada y por tatuada). Y luego está el peligro de envejecer con toda esa tinta a cuestas. Porque con la edad la piel se arruga, se pliega y el mensaje se deforma. Imaginen en qué podría quedar este otro tatuaje de Victoria Beckham 'Yo soy mi amado', si llega a perder la 'i'... Por su bien, espero que se lo haya escrito en hebreo. O, directamente, en arameo.