Lluvia de estrellas
Actualizado: GuardarLas noches de verano es momento propicio para disfrutar de espectáculos, organizar reuniones y cenas informales con los amigos o para relajarse junto al mar dejándonos llevar por el dolce far niente. En lo que se refiere a actuaciones, durante el pasado mes de julio y lo que llevamos de agosto hemos tenido una oferta realmente atractiva como por ejemplo los jueves flamencos en el Baluarte de la Candelaria o el ciclo de música de las Puestas de Sol en el Castillo de Santa Catalina. Por otro lado Chambao ha cerrado brillantemente los multitudinarios conciertos en la playa en los que hemos podido disfrutar, cada uno según sus gustos y preferencias, con La Mari, Baute o Bisbal y los chicos de Operación Triunfo.
Para esta próxima semana también podemos apuntar en nuestra agenda otro espectáculo, y no me refiero al que se avecina con la ¿tradicional? barbacoa que llenará de luz, color y olor nuestras playas. Se trata, por el contrario, de un espectáculo silencioso pero realmente bello y no programado por ninguna institución, organismo o asociación. Es el de la lluvia de estrellas o Lágrimas de San Lorenzo, llamadas así por las que supuestamente derramó el santo al ser martirizado en la parrilla un 10 de agosto allá por el año 258. Más romántica es la leyenda que da origen a su otra denominación, Perseidas, por parecer que caen desde la constelación de Perseo, héroe mitológico nacido de la lluvia de oro en la que se transformó Zeus para anónimamente fecundar a Dánae. La realidad sin embargo es mucho más prosaica. El fenómeno se produce cuando nuestro planeta cruza la estela de partículas dejada por el cometa Swift-Tuttle, lo que ocurre todos los años por estas fechas. Las partículas de polvo, al penetrar en la atmósfera, se encienden dejando esas estelas luminosas que son las estrellas fugaces. Aunque las Lágrimas de San Lorenzo no representan el único ejemplo de lluvias de estrellas el hecho de producirse en verano, con noches despejadas y con la calidez propicia para escudriñar los cielos, añade un atractivo más para su visualización. Además la manifestación del fenómeno es larga, desde mediados de julio hasta casi finales de agosto, aunque su máximo tendrá lugar esta próxima semana y se espera que se puedan observar hasta unas 100 por hora en los momentos de mayor actividad.
Así pues para la próxima semana se nos ofrece una alternativa realmente atractiva a las barbacoas playeras. Podemos elegir entre amontonarnos en la Victoria o en la Caleta pertrechados con los pinchitos, los bocatas de tortilla o el botellón al gaditano chill-out style, todo ello aderezado con la conveniente música ambiental, o bien decidirnos por una noche tranquila y relajada mientras intentamos descubrir los misterios de las estrellas. Quizás sea el momento de buscar un lugar alejado de las luces de la ciudad, tumbarnos cómodamente y esperar que empiece el espectáculo de los fuegos artificiales celestes. Será el momento también de olvidarnos un poco de lo que pasa en la Tierra para mirar el cielo y, como han hecho tantos antes de nosotros mirando a las Perseidas, formular un deseo.