Chávez percibe «vientos de guerra»
El presidente venezolano incendia la cumbre sudamericana al acusar a al máximo mandatario colombiano Álvaro Uribe de «provocar» con una incursión militar en su país
Actualizado: GuardarA pesar de los ruegos del presidente de Ecuador, Rafael Correa, para que no se empañara la toma de posesión de su segundo mandato, Hugo Chávez desplegó ayer en Quito su retórica más controvertida. En el marco de la cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que se celebraba en la capital ecuatoriana coincidiendo con el inicio de la nueva legislatura de Correa, el líder bolivariano advirtió de que «soplan vientos de guerra en la región». A su juicio, si el acuerdo militar de Colombia con EE UU se materializa el continente podría verse abocado a un conflicto bélico.
Chávez, que en las últimas semanas ha tensado al límite la cuerda en las relaciones con Colombia, recuperó su tono más beligerante durante su discurso ante los miembros de Unasur. El presidente venezolano argumento que «el Gobierno de Bogotá defiende la tesis del ataque preventivo» antes de proclamar que su país «está en la lista» de posibles objetivos.
El líder bolivariano volvió a agitar el fantasma de la guerra horas después de que denunciara una presunta incursión de militares colombianos que habrían cruzado el río Orinoco, límite entre ambos países. La información fue desmentida por las Fuerzas Armadas de Colombia, aunque Chávez tenía claro que se trataba de «una provocación». «Cumplo con mi obligación de alertar: No queremos una guerra», subrayó ante la mayoría de sus pares sudamericanos. El posible acuerdo de uso de las bases militares colombianas por parte de EE UU «puede convertirse en una tragedia», agregó.
En la reunión, no estuvo el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, ni su homólogo de Perú, Alan García. El peruano, único presidente de la región que apoyó a Uribe sin matices en su acuerdo con Washington, argumentó que su avión tuvo una avería que le impidió viajar a Quito. Si bien el asunto no estaba en la agenda, la discusión sobre las bases de Colombia se llevó buena parte de los debates. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, recogió una iniciativa de Correa de convocar a una reunión «urgente» de presidentes para debatir la cuestión, y ofreció que el cónclave se lleve a cabo en Buenos Aires con la presencia de Uribe.En opinión de Fernández, el acuerdo de cooperación militar ha desestabilizado las relaciones en el continente. «No podemos permitir que además de exportarnos la crisis económica y la gripe A, ahora nos planteen una situación de beligerancia en la región», protestó.
Mediación de Lula
Mas contemporizador, el brasileño Luis Inazio Lula da Silva se manifestó preocupado por las bases militares, pero consideró que con diálogo se podría zanjar la crisis. «Esto se resuelve con una conversación, con vernos la cara», sugirió. Para Lula, en la reunión del Consejo de Ministros de Defensa de Unasur, que se realizará en Quito el 24 de agosto, debería citarse al Gobierno estadounidense para que explique cuáles son las motivaciones del pacto con Colombia. En este sentido, Correa, que recibió ayer la presidencia de turno de Unasur de manos de la chilena Michelle Bachelet, informó de que la crisis de las bases no estuvo en la declaración final de la cumbre porque no estaba previsto tratar el asunto. Eso sí, anunció que la controversia se analizará en el consejo de ministros de Defensa y que «si las cosas se vuelven muy graves» podría convocarse «una reunión extraordinaria de presidentes».