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Uno de los disparos atravesó el cristal de la cafetería. / CRISTÓBAL
Jerez

Dos atracadores la emprenden a tiros en una gasolinera de la N-IV

Los encapuchados irrumpieron en la estación de servicio y encañonaron a uno de los trabajadoresLos individuos se hicieron con un botín de 300 euros

ALMUDENA DOÑA
| JEREZActualizado:

Una gasolinera de la N-IV fue escenario en la madrugada del sábado de un suceso que pudo acabar en tragedia. Los hechos ocurrieron al filo de las 05.30 horas, cuando dos encapuchados llegaron a pie a la estación de servicio armados con una pistola de fogueo y otra reglamentaria, probablemente del calibre 22. Como informaron fuentes policiales, los individuos irrumpieron en el local justo detrás de dos chicas que se dirigían al baño, realizando cuatro disparos; uno de ellos impactó en el cristal que da a la cafetería, mientras que otro lo hizo en una caja registradora y dos más en el techo.

Acto seguido, uno de los pistoleros encañonó en el pecho al trabajador que se encontraba tras el mostrador, en presencia de su compañera, de las dos jóvenes mencionadas y de otros dos clientes que se encontraban en la cafetería. El atracador pidió la recaudación amenazando al empleado, que se vio obligado a entregarle los casi 300 euros que había en el interior de las dos cajas registradoras.

En cuanto se hicieron con el botín, los delincuentes huyeron a toda prisa también a pie, atravesando la carretera en dirección a Picadueñas. Por el momento, estas son las únicas pistas con las que cuenta la policía, que se encuentra investigando el caso. Lo que sospechan es que con toda probabilidad alguien les acercó en un vehículo a la gasolinera y también les estaba esperando en las cercanías, pues de otra manera no se explica que ambos llegaran y se fueran andando.

Se da la circunstancia, como corroboraron los propios trabajadores de la estación, de que ésta es lugar habitual de paso de los agentes policiales, que en mitad de sus rondas nocturnas suelen hacer allí su parada para tomar café. Por ello, tras la llamada de los empleados no sólo apareció una pareja de la Policía Nacional, sino que a los pocos minutos llegó otra de la Local, que había acudido casualmente a disfrutar de un refrigerio.