Sólo habrá suficiente presión de 7 a 12 de la mañana
Los vecinos protestan por los cortes y se manifiestan a las puertas del Ayuntamiento roteño por la falta de información
| ROTA ROTA Actualizado: GuardarLos residentes de Costa Ballena volvieron a manifestarse ayer por los cortes en el suministro de agua que están padeciendo desde el pasado viernes. Pero en esta ocasión sus voces han obtenido respuestas. Es la cuarta protesta que realizan los vecinos de la urbanización roteña, que aseguraron sentirse «discriminados» por ser en su mayoría veraneantes y «no dejar el voto» en la localidad.
De esta forma, a las 11:00 horas partieron del complejo turístico en una caravana de vehículos que finalizó en el centro de Rota, frente a las puertas del Palacio Municipal Castillo de Luna, donde indignados recriminaron al alcalde del municipio la falta de gestión para prever el problema del agua, además de no informar de los cortes que llevaban sufriendo desde tres días atrás.
La tensión del momento llevó a algunos vecinos a enfrentarse con los agentes de la Jefatura de la Policía Local que custodiaban el edifico impidiéndoles el paso al considerar que estaban ocasionando un problema de orden público.
Finalmente, una pequeña representación de los vecinos fue recibida justo cuando se estaba realizando una reunión en el edificio consistorial, en la que estaban presentes el teniente de alcalde delegado de Costa Ballena, Jesús Corrales, acompañado por la teniente de alcalde María de los Ángeles Sánchez, junto con representantes de la empresa municipal de agua (Aremsa), de la Empresa Urbanística de Conservación de Costa Ballena (EUC), y de las concesionarias de agua de Costa Ballena, Aqualia y Urbaser.
El encuentro ha arrojado novedades en el problema de los vecinos, aunque éstas tampoco han sido muy bien recibidas por el colectivo. El Consistorio ha decidido al menos responder a una de las demandas de los residentes aquejados: establecer un horario para los cortes de agua. De esta manera la urbanización tendrá asegurado el suministro entre las 7:00 y las 12:00 horas, sólo cinco horas al día. A partir de este momento, el caudal disminuirá porque el agua llegará directamente al complejo sin pasar por el depósito, es decir, sin presión, hasta las 22:00 horas, cuando el corte será total para permitir que el depósito vuelve a llenarse al completo.
Esta situación se mantendrá hasta que el consumo de agua disminuya, momento en el que comenzarán a ampliarse de forma progresiva los horarios en los que el suministro llegue al 100% a las viviendas. Los ciudadanos criticaron que el resto de la jornada los que residan en segundos pisos no recibirán agua a partir de las 12 del mediodía, y nadie dispondrá durante estas horas de agua caliente, ya que la presión no será suficiente para que arranquen los termos.
La situación podría agravarse el próximo fin de semana, ya que las previsiones de turistas por el puente de agosto son elevadas.
Las piscinas se han convertido en bañeras comunitarias, y como no hay suficiente agua para lavar la ropa, los barreños han dejado de utilizarse para tender y han pasado a hacer las veces de un utensilio para poder darse una ducha más discreta en casa. El día a día de los residentes de Costa Ballena se hace complicado desde que comenzaran a producirse los cortes en el suministro de agua el pasado viernes. El calor aprieta y tras una jornada en la playa, la arena y la sal acaban en las piscinas comunitarias.
Los cubos llenos de agua se amontonan en las cocinas y aseos para poder fregar y tirar de la cisterna, mientras que las botellas de agua mineral tampoco pueden faltar en las despensas. «Hemos venido a descansar aquí y estamos teniendo más trabajo que en casa» señaló Ana Aguilar, una sevillana que pasa los meses de verano con su familia en Costa Ballena.
La ducha de los niños se convierte en una odisea. El chorro que sale de la ducha es insuficiente y Mónica Aparicio, de Madrid opta por ducharlos con un barreño, al igual que la mayoría de sus vecinos. «Con tres niños es complicado, hemos llenado pilas, la nevera de la playa... con el agua de riego», cuenta Juan José Zárate.
Algunos residentes del complejo turístico aseguran que por los cortes de agua incluso se les han estropeado electrodomésticos. «Tenía la lavadora puesta cuando cortaron el agua y se me ha quemado el motor»; «a mí se me ha estropeado el congelador», comentaban otros vecinos.
Con la esperanza de que durante la semana se normalice la situación, todos coinciden en que la situación es insostenible y que las soluciones deben llegar cuanto antes. «Mis nietos habían venido a pasar una semana y los he tenido que mandar de vuelta a casa porque llevaban dos días sin ducharse», cuenta Juan Díaz. «Esto es tercermundista» señalaba otro vecino. Entre las protestas no dejan de señalar el «desamparo» que sufre la urbanización carente de seguridad municipal, «y donde pagamos un IBI mayor que incluso en otras ciudades como Madrid».
La polémica está servida.