Patrullas por la impunidad
| JEREZ Actualizado: Guardar«Éste es para ellos un pueblo fantasma, como si no viviera nadie, y hacen lo que les da la gana». Así se quejaban los vecinos de Guadalcacín, muchos de los que ya han pasado a la acción y se han enfrentado verbalmente a los que hacen el botellón en sus puertas «con la música del coche a todo trapo». Ya han echado mano de la picaresca y aparcan sus propios coches delante de casa para que no lo hagan los jóvenes. También se plantean seriamente patrullar los fines de semana para desmontarles la fiesta. Sus quejas hablan de que «no los multan nunca y están crecidos».