Bisbal encandila a cien mil fans

Marta Ibáñez y María Mendoza llegaron temprano a Cádiz para ver a su ídolo, Bisbal. Son dos madrileñas de 20 años que decidieron viajar más de 600 kilómetros para asistir al concierto gratuito que tuvo lugar en la playa de la Victoria. Sin pensarlo dos veces, y sin un lugar donde dormir, cogieron el coche y se plantaron en la ciudad. Es una buena muestra de hasta dónde alcanza la fiebre Bisbal, uno de los músicos con más tirón del panorama nacional, capaz de mover masas, como bien demostró en Cádiz, ante más de 100.000 personas. La marea humana alcanzaba hasta Santa María.

Para ellas no era la primera vez, el año pasado fueron hasta Málaga para ver al artista. Y es que casi todas las chicas que ayer fueron a coger sitio para estar en las primeras filas siguen al artista desde que salió de Operación Triunfo, concurso que lo lanzó a la fama.

Ayer la playa de Cádiz acogió a 100.000 personas de todos los rincones de España, como María López y Gracia Gómez, que vinieron desde Granada preparadas con pancartas para ver al cantante. Se veían personas de todas las edades, y es que este almeriense embruja a hijas, madres y abuelas, gusta tanto a hombres como a mujeres. Familias al completo con neveras, sombrillas y sillas estuvieron durante horas esperando a que comenzara el concierto. Las canciones más esperadas de la noche fueron Dígale y Cuida nuestro amor.

Nada más salir el artista al escenario, los gritos de las fans le dieron la bienvenida con una gran algarabía. Comenzó con la canción Bulería, primer single de su segundo disco, Premonición, y se entregó durante todo el concierto al igual que las miles de personas que se desplazaron hasta la Victoria. Cuando se apagaron los focos del escenario comenzó la emoción, sólo alumbraban las luces de las cámaras de foto y de vídeo. Desde el principio mostró su ilusión por actuar en Andalucía, y piropeó a las gaditanas. Además la noche acompañó ya que el viento de poniente hizo que no se viviera sensación de agobio, a pesar de la multitud que se congregó allí. David Bisbal no daba un concierto en la capital desde el año 2004, y ha vuelto en su último concierto de la gira Premonición. Desde entonces ha cambiado mucho, tanto su forma física como el estilo de cantar, ahora hace un remix en casi todas las canciones y le da un toque especial diferente al disco. Las tablas que ha adquirido con las actuaciones en casi todos los países del mundo hicieron efecto en el escenario.

En la arena

No hubo un lugar por el que no pasara, incluso bajó a la arena porque según dijo, no se podía ir de Cádiz sin pisar nuestra arena. El público coreó todas las canciones, incluso cantaron Dígale, una balada del primer disco. Muchas de las chicas que estaban en primera fila como Marta Sibón, Sara Toso y Bella Marine bajaron a la playa a las cuatro de la tarde para ver a su ídolo. Este les correspondío porque estuvo muy cercano y les agradeció lo bien que se lo habían pasado en el pase de micro. Para ellas lo más importante era verlo de cerca y lo consiguieron cuando paseó justo delante de la valla. Bisbal se cambió de ropa varias veces durante el concierto, comenzó con pantalón blanco y camisa celeste y siguió con una imagen más sport con el pelo recogido en una pasada. Fue un gran espectáculo acompañado de un grupo de músicos que animaron a las personas que estaban en la playa de la Victoria, incluso en Santa María del Mar. El artista bromeó desde el escenario cuando dijo que era imposible ver a las personas que estaban al final.

Todas sus fans ya esperan impacientes que saque nuevo disco, que se verá la luz entre los meses de septiembre y octubre. Quizá en su nueva gira vuelva a regalar su voz a la provincia. A ser posible, en el mismo escenario.