Economia

El bono social no logra conmover el liberalizado mercado eléctrico

El sector lo atribuyen al efecto verano y espera a septiembre

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Barata, sencilla, la lata de conserva seduce a los consumidores en tiempos de crisis, que ven en ella un refugio para el ahorro al comprar alimentos. Ello permite al conjunto del sector, desde los fabricantes de embalajes metálicos hasta los grupos agroalimentarios, resistir a las turbulencias económicas.

Con los bolsillos cada vez menos llenos, «los consumidores con poco dinero prefieren los productos enlatados, más económicos, antes que los productos frescos», resume Monica Higuera, jefa de redacción de la revista británica The Canmaker, especializada en el sector.

En Francia, donde las conservas mueven unos 5.000 millones de euros, la compra de alimentos enlatados en el primer trimestre permaneció estable.