«Es la medalla que le falta a mi país»

Los huracanes siempre se visten con nombre de mujer, pero el que llegó ayer a San Fernando porta el 4 y suena a campeón. Pau Gasol aterriza en la selección haciendo retumbar los cimientos de Bahía Sur y la tranquila San Fernando. El de Sant Boi tomó contacto con la bola ocho días más tarde que sus compañeros, atendió a los innumerables flashes y objetivos que prorrumpieron inesperadamente en la cancha, firmó cientos de autógrafos y, pese a todo, disfrutó de todo con una enorme sonrisa en su cara.

Las vacaciones sientan bien sabiendo que en la esquina aguarda el reencuentro con viejos amigos. El flamante campeón de la NBA, («creo que el anillo me sentará mejor en la derecha») asegura estar «bastante fresco. He descansado lo necesario y ya tenía muchísimas ganas de incorporarme al equipo y de jugar al baloncesto, que es lo que me hacía falta».

En esta primera toma de contacto está «intentando coger la cuerda de mis compañeros, y así ponerse a su nivel. «He hecho lo que tenía que hacer para llegar aquí de la mejor forma posible», sentencia recalcando la importancia de esta semana extra de vacaciones.

No sólo le esperan sus compañeros. También un nuevo seleccionador, Sergio Scariolo, que le considera el líder pero quiere que el combinado sea ante todo un equipo. «Hemos estado viendo el sistema de juego que está implantando al equipo. Tengo que ir cogiendo los conceptos, que lo suelo hacer rápido», señala el pívot catalán.

Nueva oportunidad

Apretar las tuercas, engrasar la máquina, y fijar el objetivo. No puede ser más claro: el oro europeo. Más allá de viejas rencillas. «No pensamos en lo que pasó hace dos años», cuando perdieron la final en Madrid ante Rusia en el último suspiro. «Este es un equipo diferente y nos encontramos con una nueva oportunidad. Partimos de cero».

Gasol acepta el reto pero exige calma. «No es cuestión de sacarse la espina. Hay que ganar a muchísimos equipos. Son nueve partidos si contamos la final, y no va a ser un paseo ni nadie nos va a regalar nada». Destaca que «nuestra idea es crecer estos días y llegar al mejor nivel para ganar el campeonato».

«A mí y a nuestro país nos falta esta medalla de oro que queremos conseguir. Es nuestro objetivo, pero no queremos que esto se convierta en una obligación o nos genere una ansiedad». El mayor enemigo de esta selección de estrellas es ella misma, toda la expectación que suscita, pero Pau sólo promete «trabajar con muchas ganas e ilusión» para alcanzar lo máximo.

«Hay que calmar un poco desde dentro la presión», declara. «Somos los primeros que queremos conseguir el reto, pero paso a paso. Lo primero es entrenar bien, evitar las lesiones y llegar lo mejor posible física y técnicamente».

España no podrá contar con hombres claves como Calderón, Jiménez o Berni, cada uno por diferentes motivos. Gasol resalta que «estas ausencias son muy importantes dentro del grupo, son significativas, y se ha hablado más de las bajas de otros equipos que de las nuestras. Hay que trabajar con lo que tenemos».

Un anillo de compromiso

A continuación, repasa su último éxito: tocar el cielo con Los Ángeles. «Este es un anillo de compromiso con el éxito». Se está forjando y se le entregará el 27 de octubre. También pronto podría recoger el premio Príncipe de Asturias. «Agradezco el apoyo que los deportistas han depositado en mí y a ver si se oficializa la candidatura. Fui muy feliz cuando lo conseguimos para el equipo».

Con respecto al actual momento de Ricky Rubio, reconoce que «tendrá incertidumbre porque la situación es difícil. Espero que se resuelva lo antes posible y sea lo mejor para él, pero es complicado porque su cláusula es muy grande. Y también paga las consecuencias de decisiones que se han tomado. Pero no se puede quedar sin jugar».

Gasol llega a San Fernando. «Mi carrera y la de mis compañeros está ligada a esta ciudad», confiesa el de Sant Boi. «Ha sido un recorrido muy largo y siempre nos hemos encontrado muy a gusto». Conoce bien la zona, y le cuesta decantarse por algún rincón especial. «En Cádiz y en El Puerto hay mucha gente, y a mí me gusta desconectar, descansar. Me iría unos días a Conil, donde se está más tranquilo, o a algún lugar de la sierra. Me gusta mezclar playa y montaña, estar en contacto con la naturaleza». Eso será otro día. Ahora toca recuperar el tiempo perdido.