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Los vecinos colocan un cartel para pedir soluciones al Ayuntamiento. / N. REINA
Ciudadanos

Vuelven a pedir silencio

M. D. G.
| CÁDIZActualizado:

Aún recuerdan el estruendo que se oía desde sus ventanas, cuando Muñoz Arenillas era el epicentro de la movida veraniega en la capital gaditana. Cuando una marea de gente tomaba esta calle de apenas unos cientos de metros, como prólogo de las discotecas. Cuando el botellón aún estaba permitido.

Desde 2004, con la ley andaluza antibotellón que prohíbe beber en la vía pública, el estruendo de suavizó. Pero no llegó a irse, ya que la zona sigue concentrando la mayoría de los bares y pubs de Extramuros, y como tal sigue atrayendo a cientos de jóvenes cada fin de semana. El ruido, aunque ha menguado, sigue despertando a los vecinos. Y están hartos.

Este fin de semana, la Asociación de Vecinos Reina Victoria ha colgado un gran cartel en el pasadizo que une Muñoz Arenillas con el Paseo Marítimo, para trasladar a los viandantes su indignación y pedir medidas eficaces no sólo al Ayuntamiento, sino incluso a la Subdelegación del Gobierno. Afirman que no pueden dormir «porque a las cuatro de la madrugada, cuando cierran los bares, la gente sale cantando, gritando y hasta sonando bocinas y despiertan a todos», asegura Francisco Moreno, presidente de la asociación. «El escándalo no se puede soportar, y estamos seguros que si hubiera más policía no habría tanto ruido», se queja. Desde el Ayuntamiento aseguran que desde mayo, la Policía ha intensificado la presencia en la zona, pero los vecinos dicen echar de menos más patrullas, sobre todo a la hora del cierre. Moreno explica que sus quejas las hacen ahora porque la situación se ha hecho insostenible: «En invierno el ruido lo soportamos los fines de semana, pero en verano es cada día, no sólo en Muñoz Arenillas, sino también en el Paseo por los chiringuitos», se queja. El ruido, sin embargo, no es el único problema que genera la movida, ya que según denuncian el botellón ha vuelto a la zona, en la plaza del Alcalde Carlos Díaz, «donde han roto las puertas y se reúnen jóvenes a beber», afirman los vecinos.

Según Muñoz, durante la celebración del Trofeo Carranza tienen previsto colocar un cartel de mayor tamaño, «para que lo lean todos» y los vecinos no descartan salir a la calle a manifestarse y pedir una solución. Como ya hicieron, hace años, para exigir algo tan simple y difícil a la vez como algo de silencio.