MUNDO

La larga sombra de Putin

El presidente georgiano culpa al primer ministro ruso de la invasión de su país

| MOSCÚ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Ha prometido colgarme de los testículos, destruirme físicamente pero aún estoy aquí», dijo el martes el presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, refiriéndose al actual primer ministro ruso, Vladímir Putin, en una entrevista concedida al canal de televisión galo France 24. «Pero Putin dice que siempre va hasta el final y mantiene su palabra. Eso es lo preocupante», reconocía al mismo tiempo Saakashvili.

Pese a que el presidente, Dmitri Medvédev, dice lo contrario, la mayoría de los columnistas rusos siempre ha creído que detrás de la decisión de enviar las tropas a Georgia estuvo realmente Putin.

El ex mandatario cumple mañana diez años al frente del país, ahora dirigiendo el Ejecutivo, con pocos motivos para celebrar la efeméride. Sobre todo si se tiene en cuenta el déficit democrático que sufre el Estado. Después de probar con varios candidatos para sucederle, el difunto Borís Yeltsin, entonces presidente de Rusia, puso a Putin al frente del Gobierno el 9 de agosto de 1999. La primera tarea del nuevo primer ministro, que venía de dirigir los servicios secretos, el antiguo KGB, fue hacer frente a la incursión armada que el jefe guerrillero checheno, Shamil Basáyev, lanzó contra la república de Daguestán. Putin llevó después la guerra otra vez a Chechenia.

Los éxitos cosechados en el campo de batalla le catapultaron en marzo de 2000 a la presidencia del país, cargo que desempeñaba interinamente desde que Yeltsin dimitiera el 31 de diciembre de 1999. Después vino el rodillo contra la libertad de prensa y contra la democracia en general.

Diez años después, se descubre que lo que tiene Rusia es una economía obsoleta basada casi sólamente en la exportación de hidrocarburos. Una economía incapaz de sobreponerse a la actual crisis.