Desmantelada una banda que distribuía cocaína en la movida nocturna de la Bahía
La Policía detiene a siete personas, que ya han sido enviadas a prisión, y que movían droga de «alta calidad»
| CÁDIZ Actualizado: GuardarAntonio se pegaba la vida padre. Vivía en un piso cercano a la Plaza Helio de Cádiz, a pocos metros de la prohibitiva zona del Paseo Marítimo, donde cerraba muchos de sus tratos. Este gaditano, de 36 años y sin trabajo conocido, mantenía un nivel de vida demasiado alto para quien no tiene ingresos regulares. Eso y su Audi S4, valorado en unos 80.000 euros y el único que circula por las calles de la capital, hizo sospechar a demasiada gente, incluso al grupo I de la UDYCO de Cádiz. Así en marzo decidieron seguirle los pasos. Ése fue el inicio de la operación Colombus, que ha concluido con el arresto de siete personas, dos mujeres y cinco hombres, que duermen desde hace días en prisión.
La cocaína que les han incautado, unos 4 kilos 200 gramos, es de «altísima calidad», según explicaron fuentes policiales. La banda ahora desmantelada manejaba un tipo de droga que le había granjeado fama de gran camello a Antonio G. S., quien la distribuía por las zonas de movida de la capital como el Paseo Marítimo o Muñoz Arenillas. Además, conforme iban avanzando las pesquisas, los agentes de la UDYCO supieron que además de atender la demanda nocturna, Antonio G. S. organizaba fiestas privadas en chalés que alquilaba en Conil, donde también circulaba su droga, indicaron las mismas fuentes.
Pese a haber montado un negocio floreciente entorno a la cocaína, este individuo no tenía antecedentes por narcotráfico sino por malos tratos. Los policías, indagando en el perfil de este amante de la noche, descubrieron que cambiaba con facilidad de pareja sentimental; muchas de las cuales son de procedencia sudamericana.
Gracias a los seguimientos, la UDYCO descubrió quién era la persona que le suministraba la cocaína, principalmente, y otros estupefacientes como pastillas de MDMA y éxtasis. Se trataba de Israel F. C., un conocido de la Policía por sus numerosos antecedentes, que había conseguido hacerse con una red de clientes, entre los que se incluía Antonio G. S., a los que les revendía la droga que previamente él adquiría directamente a los grandes distribuidores de la cocaína en España: los enlaces de los cárteles colombianos y venezolanos.
Mansión en Roche
Los colaboradores de Israel se extendían por toda la Bahía, llegando incluso a Jerez y adentrándose en territorio jandeño, como Conil. En esta localidad tiene fijada su residencia, más concretamente en la urbanización de Roche. Allí, los agentes al registrar su casa se toparon con una mansión amueblada a golpe de billetera. Al igual que Antonio, Israel tenía un nivel de vida impropio para un parado sin oficio, que pese a ese detalle, tenía en su garaje dos BMW 330 y 318, según reza en la investigación policial.
Hace un par de semanas, los agentes supieron que ambos narcos se iban a surtir de droga para hacer frente a la alta demanda en verano y pactaron una entrega con la suministradora habitual de Israel, una mujer colombiana con domicilio en Madrid: Adriana María J. C., quien fue detenida allí.
Israel viajó a la capital madrileña en AVE y dejó el trabajo sucio para tres de sus colaboradores que fueron en dos vehículos: una furgoneta con un doble fondo, conducida por Francisco Javier S. J., de 29 años, y uno de sus BMW, en el que circulaba la pareja compuesta por Salvador B. T. y María del Carmen R. A. El coche era la lanzadera que escoltaba el transporte de la droga. Ya a la vuelta, la Policía los detuvo en la autopista, cuando ya estaban en la provincia, confirmaron ayer desde Comisaría. El séptimo implicado es Francisco M. L., otro cliente de Israel y líder de una red que opera en Barbate y Conil.
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