Costas rechaza la apertura en invierno de los chiringuitos porque no son locales fijos
Los establecimientos gaditanos están agrupados como de temporada y desmontables Los empresarios de la provincia apelan a la mediación del consejero de Turismo
| CÁDIZActualizado:Sin chiringuitos en invierno. La petición de los empresarios gaditanos del sector de playas para mantener la actividad mas allá de octubre no tiene, por ahora, el respaldo oficial de las administraciones públicas. El Ministerio de Medio Ambiente aclara que los únicos que tienen licencia para abrir durante todo el año son los negocios fijos, como es el caso de los locales de Málaga. Los chiringuitos de Cádiz, por el contrario, son establecimientos desmontables y se agrupan en la categoría de negocios de temporada de verano.
No obstante, Medio Ambiente, que tiene las competencias de estas instalaciones a través de sus demarcaciones de Costas, emplaza a los empresarios a la reunión que tendrá lugar el próximo septiembre en Málaga para definir el futuro de estas actividades. Fuentes del Ministerio confirmaron ayer a LA VOZ que están citados ayuntamientos, consejeros de la Junta, empresarios y altos funcionarios de Medio Ambiente. En este encuentro se pondrá sobre la mesa el informe que ha elaborado la Secretaría General del Mar sobre el litoral andaluz. Se trata de una radiografía «tramo a tramo, palmo a palmo» del estado de sus playas y de la presencia de estos negocios
Las competencias
El Ministerio aclara que la intención no es otra que compatibilizar la presencia de los chiringuitos con el desarrollo sostenible del litoral, «pero nunca ha estado en el ánimo de la Administración eliminar esta actividad». En esta reunión también se abordará el traspaso de competencias a la Junta, como solicitó el pasado junio el presidente del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán.
Los 120 chiringuitos desmontables que se despliegan por la costa gaditana son una concesión administrativa para la temporada de verano, que abarca de abril a octubre, y están sujetos a las directrices fijadas en un plan de playa que luego ajusta cada ayuntamiento. El Consistorio de Tarifa, por ejemplo, ha marcado la medianoche como la hora tope de cierre de los loscales que se encuentran en sus playas. Los empresarios pagan entre 4.000 y 6.000 euros de canon anual por la instalación y casi 6.000 por los trabajos de montaje.
La diferencia con los chiringuitos malagueños, que sí tienen autorización para abrir en invierno, radica, precisamente, en el tipo de concesión. Los gaditanos son desmontables y los de Málaga, no. La Asociación Gaditana de Empresarios de Playa (AGEPLA) exige que se trate a todos por igual y se permita en la provincia la ampliación de la temporada para paliar los efectos de la crisis. La propuesta de la patronal es abrir los fines de semana. Málaga cuenta con unos 400 chiringuitos, casi todos fijos. Sus titulares pagan un canon de 14.000 euros al año, pero la polémica ha saltado ahora cuando un grupo de ellos ha solicitado la aurización para abrir en invierno y la Administración les pide un cano de 16.000 euros, más el impuesto municipal. La polémica también está servida en la Costa del Sol.
Por su parte, la Asociación Gaditana de Empresarios de Playa pide la mediación del propio consejero de Turismo, Luiciano Alonso, para lograr la licencia que permita en Cádiz la apertura durante los fines de semana de invierno. El secretario de esta asociación, Antonio Galván, reconoce que «la apertura ayudaría a romper con la estacionalidad y sería, además, un atractivo para el turismo». Galván comentó a este periódico que en la provincia de Cádiz «hay cuatro chiringuitos que abren sus puertas en invierno gracias a un acuerdo verbal alcanzado con el anterior director de la Demarcación de Costas». Estos chiringuitos se encuentran en Chipiona y Chiclana. Se trata de un acuerdo logrado en 2007 que, pese a ser verbal, se mantiene. Ese año abrieron en invierno una docena, pero fueron cerrando por falta de actividad.