El Plan Renove para motos no termina de arrancar
La mayoría de fabricantes se niega a aplicar las rebajas de hasta 750 euros y los vendedores se quejan de falta de información. Las ventas han caído más de un 50% en siete meses
M.D.G.
El Plan Motos-E, impulsado por el Gobierno hace un mes para intentar salvar el sector de las motos, se parece mucho a los americanos del Plan Marshall de Berlanga: causó gran expectación y esperanzas cuando lo anunciaron a comienzos de julio. Pero al llegar, ha pasando de largo sin dejar apenas rastro de dinero, en un sector en crisis, que ha perdido en un año la mitad de las ventas.
La ayuda sigue las pautas que el Plan E impulsado hace tres meses en el sector del automóvil: una rebaja de 225, 525 y 750 euros (según cilindrada) a aquellos compradores que al comprar entreguen una moto antigua (de cinco y siete años). De ese dinero, el Gobierno concede una tercera parte, y los fabricantes de los vehículos, el resto.
Y aunque la demanda ha sido alta entre los compradores, en el último mes apenas se han llevado a cabo rebajas porque los fabricantes ha renunciado a ellas. «Falta información y muchas firmas no saben cuándo ni qué organismo debe devolverles el dinero, así que son pocos los que se han hecho cargo, especialmente con las motos más baratas», explica Maikel Cornejo, gerente del concesionario Motos Cornejo en Cádiz, que reconoce no haber concedido ninguna ayuda del Plan E desde que se pusieron en marcha y considera que «la medida ha llegado tarde y mal».
Líder en matrículas
Los concesionarios gaditanos no han sido ajenos a la caída en picado que ha sufrido el sector, que según la Asociación Nacional que las aglutina (Anesdor) ha reducido las ventas un 50% desde el comienzo del año. Aún así la provincia de Cádiz sigue siendo una de las primeras de toda España en ventas, sólo por detrás de Barcelona y Madrid, y entre enero y mayo de 2009 se matricularon 1.689 vehículos entre enero y mayo (del total de 58.938 de toda España).
Como recuerda Cornejo, «después de un año de crisis, las empresas han tomado la iniciativa y cuentan ya con promociones propias para impulsar el mercado». Estas ofertas van desde el regalo del primer año de seguro y la matriculación, hasta rebajas de 400 y 500 euros, que superan con creces las del Plan-E.
Con la llegada de las ayudas, los fabricantes han mantenido sus promociones, pero no las solapan con las rebajas gubernamentales. Así se da el curioso fenómeno de la doble tarifa, por el cual los clientes pueden elegir el precio aplicando del Plan-E o aplicando las ofertas del concesionario. Pero nunca juntas. «Las empresas no están dispuestas a bajar aún más sus precios», asegura en este sentido Kike Payán, de la empresa gaditana Motos Payán, que ha vendido en julio al menos 10 motos aplicando el plan renove. «La ayuda ha llegado en uno de los meses fuertes de las ventas», recuerda Kike, que se muestra optimista y espera que en septiembre se aclaren las dudas que existen en torno al Plan.
Entre los «peros» más repetidos de los empresarios a la medida del Gobierno, destaca precisamente la escasa información que éste ha ofrecido sobre el procedimiento a seguir para conceder las ayudas. Así, Alejandro Real, de la empresa El Motorista, recuerda cómo muchos concesionarios se han hecho cargo de las motos antiguas sin saber que «son los clientes quienes tienen que darlas de baja y llevarlas al desgüace». Este trámite, además, echa para atrás a muchos compradores, de modo que algunas empresas, para no perderlos han decidido asumir esa tarea. «Por ahora estamos dando las ayudas y recopilando la documentación y las motos», explican en Motos Payán.
Los profesionales del sector también echan de menos la participación de la Junta, tal como hizo con los automóviles. Y es que tras un mes de aplicación, el Gobierno andaluz aún no se ha sumado al plan.
Se acercan más clientes
A pesar de todo, los empresarios hacen de la necesidad virtud y también encuentran «pros» a este plan renove. Y es que, «al menos ahora entran más clientes a preguntar y a interesarse», coinciden todos empresarios.
Por ahora, «todo el mundo está pendiente de cómo responde la crisis en otoño, ya que el invierno es otra de las épocas fuertes de ventas», recuerda Payán.
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