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Camps a su llegada a la sede de la Generalitat tras saber el fallo del tribunal. /R. C.
ESPAÑA

El archivo del 'caso Gürtel' en Valencia da varios meses de tregua a Camps y Rajoy

El Supremo remitió ayer a las Cortes la petición de suplicatorio para el diputado Jesús Merino y el senador Luis Bárcenas

P. DE LAS HERAS/M. BALÍN
| COLPISA. MADRIDActualizado:

Casi un año de tregua le ha garantizado el Tribunal Superior de Justicia de Valencia a Francisco Camps y, por ende, a su principal valedor y jefe supremo, Mariano Rajoy, con el cierre de la investiga por la que fue imputado de un delito de cohecho impropio.

El presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Juan Saavedra, calculó que ése es el tiempo que le llevará al alto tribunal resolver el recurso que presentará la fiscalía a la vuelta de las vacaciones para intentar que la instrucción penal siga adelante. Hasta entonces, el presidente valenciano gozará de su primer período de sosiego en mucho tiempo. Y el líder del PP, también.

El magistrado Saavedra, que intervino en un curso veraniego organizado por la Universidad Complutense de Madrid, recordó que el recurso fiscal es «ordinario» y requiere de un trámite que lleva entre ocho y doce meses en el alto tribunal. En su opinión, en nada perjudica al sumario que instruye el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ni prejuzga el que las dos causas lleven recorridos independientes o terminen unificadas en un solo proceso.

La rama madrileña del caso Gürtel sigue adelante con una cuarentena de imputados, entre ellos los ya ex alcaldes populares de Boadilla del Monte, Pozuelo y Arganda del Rey, Ginés López. También el ex consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, Alberto López Viejo, y el ex gerente del Mercado Puerta de Toledo, Guillermo Ortega. Todos ellos fueron suspendidos cautelarmente de militancia y empujados a abandonar sus cargos apenas se conoció su imputación el pasado febrero por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

Es difícil que las investigaciones de esta trama puedan salpicar mucho más a Rajoy y seguir eclipsando su tarea de oposición. Sus dos apuestas más arriesgadas habían sido la de respaldar a Camps hasta hipotecar casi su propia carrera política y permanecer impasible frente al clamor interno que pedía la dimisión del tesorero del PP, el senador Luis Bárcenas. Él contestó muchas veces: «Yo sé lo que hago. tened confianza en mí», y ahora paladea su triunfo frente a escépticos y críticos.

Dimisión táctica

Bárcenas y el diputado Jesús Merino tienen sobre sus espaldas las imputaciones de cohecho y fraude fiscal. El tesorero dimitió, de manera táctica, un día antes de que el Supremo anunciara su intención de reclamar a las Cortes permiso para juzgarles. El suplicatorio llegó ayer al Congreso y al Senado, que contarán con un plazo de dos meses desde el próximo 1 de septiembre, cuando ambas cámaras retomen la actividad ordinaria, para levantar la inmunidad a los dos aforados.

En el Senado, será la Comisión de Suplicatorios la encargada de resolver la situación, y podrá reclamar antecedentes y escuchar al imputado antes de tomar una decisión. En el Congreso, la Comisión del Estatuto del Diputado verá el suplicatorio de Merino.

Rajoy, libre de lastres, dejó claras el pasado lunes sus intenciones: aprovechar la ocasión para hacer que sus iniciativas, hasta ahora sepultadas bajo la maraña del caso Gürtel, vean la luz. Y mantener una su estrategia política que, según sus seguidores, ha resultado exitosa. Frente a quienes le acusaban de pasividad y de tibieza en los principios, esgrimen las elecciones gallegas, las europeas y el último sondeo del CIS.