El creciente uso de Twitter y otras herramientas obliga a El Pentágono a revisar sus políticas de seguridad y privacidad. / Archivo
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El uso de Facebook entre los militares preocupa a El Pentágono

El Departamento de Defensa estudia las amenazas y aunque aún no veta a las redes sociales en sus oficinas, advierte que hay muchos desafíos que enfrentar

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El creciente uso de sitios populares como Twitter y Facebook dentro de muchas divisiones del Ejército estadounidense ha empujado a El Pentágono a ordenar una revisión por los riesgos de seguridad que podrían significar.

A pesar de que el Departamento de Defensa reconoce las utilidades de las redes sociales en su interés por conectarse con los jóvenes y contrarrestar la propaganda de los talibanes y al Qaeda en Afganistán e Irak, son muchos los peligros que advierten deben enfrentar.

Al menos esa es la opinión de William Lynn, el vicesecretario de Defensa, quien ha anunciado que aunque "estas herramientas están resultando valiosas" en áreas como reclutamiento, asuntos públicos y calidad de vida del personal militar, "existen desafíos de implementación y riesgos operativos que deben ser entendidos y mitigados".

Lynn ha solicitado al jefe de información del Pentágono que presente una evaluación sobre las amenazas, al igual que lineamientos para "garantizar el uso responsable y efectivo de las emergentes capacidades basada en internet".

Control sobre la red

Aunque El Pentágono no ha prohibido el uso de redes sociales, ya algunos servicios han comenzado a ser controlados. Por ejemplo, los Marines, que han sido desde hace tiempo los que han cerrado el acceso desde los ordenadores de las oficinas, han emitido un comunicado en el que advierten que otorgarán permisos para "necesidades operacionales" como investigaciones, la distribución de boletines de noticias o el reclutamiento de nuevo personal.

Los demás componentes del Ejército aún no han tomado mayores medidas, a pesar de que el portavoz Bryan Whitman ha advertido a los oficiales que deben intentar lograr un equilibrio entre los beneficios y riesgos que supone el uso de Facebook, Twitter y otras herramientas.