Los gemelos que llegaron del frío
Nacen en Valencia los primeros bebés del mundo por implante de corteza ovárica congelada y vitrificación de óvulos
| VALENCIAActualizado:Son dos varones y pese a tener sólo 48 horas de vida forman ya parte de la historia médica internacional. A Pilar, su madre, le diagnosticaron hace dos años un cáncer de mama. Con 39 años esta mujer valenciana no quiso que el tumor pusieran fin a su lucha por ser madre y decidió plantar cara a las estadísticas. En 2007, antes de someterse a los tratamientos de quimioterapia que, según le informaron los médicos, podrían provocar graves daños en sus ovarios, decidió que le extrajeran la corteza del ovario derecho para conservarla congelada y poder utilizarla una vez superada la enfermedad.
El pasado domingo su deseo se hizo realidad, al convertirse en madre de dos preciosos gemelos que permanecen en la Unidad de Neonatología del hospital Peset de Valencia. Pero además, de ser madre, Pilar ha hecho historia, ya que sus hijos son los primeros niños del mundo que nacen gracias a la fusión de dos técnicas de última generación: por un lado, la congelación de parte del tejido ovárico y su posterior reimplante y, por otro, la vitrificación de óvulos.
El parto se produjo el domingo, cuando se había cumplido la semana 34 de gestación, y ambos bebés evolucionan favorablemente, aunque hasta que no ganen peso, estén estables y puedan salir del hospital, la madre prefiere el anonimato. Su nacimiento ha sido posible gracias a la colaboración del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y el hospital Doctor Peset, el primero en España que consiguió acreditación para poner en marcha el programa de preservación de fertilidad en pacientes oncológicos.
Un intento fallido
La directora médico de la unidad de reproducción del IVI, Juana Crespo, reconocía que la poca experiencia existente en todo el mundo en este tipo de casos había obligado a «inventar sobre la marcha» para hacer funcionar el ovario. El reimplante se llevó a cabo en enero de 2008, una vez que Pilar superó el cáncer. Entonces se le colocó en el ovario izquierdo, el menos dañado, el tejido congelado varios meses antes a una temperatura de 196 grados bajo cero. Después, sólo hubo que esperar varias semanas hasta que se comprobó que había recuperado la función hormonal. Tras un primer intento fallido de embarazo conseguido con una «estimulación ovárica en fresco», y debido a que la paciente tenía un historial previo de infertilidad por una peritonitis sufrida de niña, los médicos optaron por «ir recogiendo poco a poco los óvulos que iba soltando la madre» y conservarlos vitrificados hasta acumular suficientes para iniciar con garantías el tratamiento de fecundación in vitro. Consiguieron extraer 19 óvulos, de los que se obtuvieron dos embriones que se implantaron en el útero de la mujer y se logró un embarazo gemelar, según la doctora Sánchez, responsable del programa de preservación de infertilidad del hospital valenciano. Y el domingo todo el esfuerzo dio su fruto con el nacimiento de dos bebés sanos que además de hacer feliz a su madre han abierto una puerta a la esperanza de muchas mujeres a quienes hasta ahora el cáncer ponía límites.
Los gemelos valencianos tienen un antecedente en Francisco y Lucía, dos mellizos nacidos hace un año también en Valencia y que fueron los primeros bebés de Europa gestados de óvulos vitrificados. En aquel caso no fue necesario el reimplante de tejido ovárico por lo que el proceso fue más sencillo.