Una portada sin paro

Imaginen que esto es un periódico. Una portada con sus noticias provinciales, locales, nacionales, andaluzas, económicas, culturales, deportivas y veraniegas, las mareas y el tiempo para hoy. Pero una portada a su gusto. Consistente en lo que realmente reclaman, les apetece leer y dedicarán un repaso, entre miradita a las niños en la orilla o a las muchachas en la toalla y miradita perdida; la arena de este Levante debilucho de agosto crujiendo entre las hojas.

Lo primero es lo primero: la foto de portada. ¿Qué ponemos? Hoy en día existe un método más o menos fiable para saber qué le interesa más al ciudadano. Las páginas web tienen cada una sus listas de noticias más vistas y, aunque no es un criterio muy científico (aunque vaya si se fijan en él publicistas y no poco medios), la imagen de esta portada debería ser para Julián Lago, no sé si enganchado a su máquina de la verdad, pero sin duda el honor es suyo. A partir de ahí, las noticias varían en función de cada medio. Si es gaditano, la polémica sobre las barbacoas del Carranza o los sucesos más escabrosos; si es nacional, el desparrame de cualquier famoso (Paquirrín, Ronaldo) y los sucesos más escabrosos. Y los deportes: Ronaldo (de nuevo) o el estado de los fichajes, ese gran alimento del alma veraniega y única razón de ser de comprar la prensa cuando se está de vacaciones.

¿Y el paro? ¿Y lo de Camps? ¿Corea del Norte? ¿Los brotes verdes? ¿De verdad nos importa todo eso? No doy lecciones. Yo soy de los que miran cada mañana el periódico a ver si el Madrid ficha a Xabi. Hoy soy feliz.