vuelta de hoja

Lecciones de Derecho

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Ccuando la mitad de los españoles disfruta de mal ganado descanso, van y le quitan su más ameno tema de conversación, que es la ropa de los políticos, incluidos sus disfraces. El señor Camps ha sido exculpado de un presunto delito de «cohecho impropio». Por si no supiéramos distinguirlo de los cohechos propios del gremio, nos explica que los regalos no son delito si no tienen una finalidad ligada al alto cargo que los recibe. El presidente de la Comunidad Valenciana ha ganado por la mínima diferencia, después de un partido muy reñido. En boxeo hubieran decretado combate nulo y habría un nuevo match arbitrado por El Bigotes.

Los españoles sabemos que está muy bien pedir justicia, pero que está mucho mejor no pedir nada, sobre todo con el calor que hace y el que va hacer. Lo malo es que nos han quitado un tema de conversación. Hablar de los cuatro trajes se presta a pegar la hebra. Todo es un poco cutre, pero qué le vamos a hacer: esa es nuestra especialidad. Ni siquiera el bolso de doña Rita ha sido suficiente para alegrar la vida a nuestros más asiduos cotillas.

Está claro que no podremos discutir con vehemencia hasta que empiece la temporada futbolística.

Para distraernos tendremos que recurrir de nuevo al catálogo de insultos que se entrecruzan los políticos. El PSOE ha llamado al señor Arenas «miserable, ruin y felón». Es de suponer que éste haya preguntado cómo se pueden interpretar esas palabras. Quizás, lo mismo que pasa con las dádivas, los agravios no guardan relación con sus cargos. La gente está tumbada en la playa y la medusa con gusto no pica. ¿Por qué hablar de los vericuetos de Derecho? Lo único que se puede calificar como de justicia es el sol. Y además es gratis.