Primer cumpleaños en la Casa Blanca
Obama apuesta por la austeridad y la rutina política para celebrar sus 48 años
| NUEVA YORK Actualizado: GuardarEn su primer cumpleaños en la Casa Blanca, un Barack Obama más austero que de costumbre apenas tuvo tiempo de combinar los múltiples compromisos de su agenda de trabajo con un pequeño momento para la celebración. Los elegidos esta vez no fueron sus íntimos de Chicago, sino el caucus demócrata del Senado al completo, sesenta legisladores a quien el presidente invitó a una comida con más tintes políticos que festivos. Entre copas de vino y el toque dulce de una tarta servida a los postres, el mandatario desgranó un breve discurso sobre los logros de su Administración en estos primeros seis meses de gobierno.
Aparte de las canas de más que se ha ganado a pulso tras tomar las riendas de la Casa Blanca, Obama se esforzó en mostrar a sus correligionarios que con 48 años tiene energía de sobra para sacar adelante los grandes retos de la legislatura, especialmente la reforma de la sanidad, que es el tema que trae de cabeza a la clase política y cuya ley debería quedar perfilada para su aprobación en septiembre.
Que el presidente lograra al final que el día de su cumpleaños pasara relativamente desapercibido en Washington no quiere decir que los Obama se olvidaran de celebrarlo. Según el secretario de Prensa, Robert Gibbs, la familia al completo y un nutrido grupo de amigos disfrutaron de un encuentro en la residencia oficial de Camp David el pasado fin de semana. La escueta referencia oficial asegura que, entre otras actividades, jugaron a baloncesto y a los bolos.
Juegos y payasos
Para darle un poco de chispa a la jornada, Gibbs dijo, medio en broma, que se habían hecho reservas para la celebración del cumpleaños en Chuck E Cheese, una cadena de restaurantes con juegos y payasos muy popular para celebrar fiestas infantiles. La realidad es que aparte de la comida con los senadores, Obama no salió de la mansión presidencial, donde cenó en la intimidad, como muchas noches, con su esposa Michelle y sus hijas Sasha y Mahlia.
Para los cientos de personas que mandaron regalos la web de la Casa Blanca insertó un anuncio indicando que la pareja presidencial recomendaba que consideren la remisión de contribuciones a obras de beneficencia en lugar de agasajos a la familia.
Vacaciones en Camp David
Obama, que viajará este fin de semana a Guadalajara, en México, para participar en la Cumbre de líderes de Norteamérica, espera que su frenética agenda le dé un respiro la última semana de mes. Las cortas y merecidas vacaciones tendrán como escenario más que probable la residencia de Camp David.
Esta elección se produce después de hacerse pública la polémica por la decisión de los Obama de alquilar una casa en Martha's Vineyard, en los Hamptons, el mismo lugar en el que solía veranear el presidente Kennedy y cerca de donde lo hace el ex presidente Bill Clinton. Las inmobiliarias de la zona aseguran que los precios de los alquileres están entre 25.000 y 35.000 euros a la semana. Con el país en recesión, las críticas no tardaron en dispararse, lo que ha llevado a la pareja presidencial a pensarse dos veces el destino de su descanso.