SOCIEDAD

Madonna vibra mucho para el Hermitage

El museo ruso examinará sus cuadros para saber si han sido dañados por los decibelios del concierto de la cantante

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Al director del museo Hermitage de San Petersburgo, Mijaíl Piotrovski, no le termina de convencer Madonna. A las pocas horas de que la reina del pop terminara su concierto del pasado domingo en la plaza del Palacio, contigua a la pinacoteca, Piotrovski anunció que realizarán un estudio para comprobar que las pinturas no han resultado perjudicadas por un exceso de decibelios.

No es la primera vez que el director pone reparos a las actuaciones de la cantante. Cuando se anunció el concierto en la ciudad rusa, a finales de marzo, Piotrovski exigió a la artista que evitara «sacrilegios» en el escenario porque en la misma plaza se erige una cruz, dentro de un monumento que celebra la victoria sobre Napoleón. Madonna dio en 2006 un concierto, dentro de su gira Confessions, en el que simulaba su propia crucifixión.

El nivel máximo de sonido registrado en el recinto durante el concierto fue de 106,4 decibelios, unos 80 dentro de las salas del museo más expuestas al sonido. El nivel estuvo dentro del baremo permitido, aunque muy cerca de superarlo, algo que al parecer sucedió con la actuación previa, la de Paul Oakenfold, uno de los mejores dj’s del mundo. Según el resultado de los estudios de impacto acústico en las obras del museo, la celebración de diez conciertos al año en la plaza de Palacio envejece los cuadros de la galería en un año adicional. Según Piotrovski, ese espacio de la vieja capital de los zares, el único disponible para aforos de alrededor de 40.000 personas, sólo permite uno o dos grandes conciertos al año, si se quieren preservar los tesoros de la pinacoteca.

Canciones revolucionarias

El concierto de Madonna ha estado precedido de las más extrañas polémicas. Un grupo comunista le pidió que cantase canciones revolucionarias «vestida con recato, cantando melódicamente y observando las normas morales» en la plaza donde se inició la revolución de 1917. A principios de julio, la alcaldesa de San Petersburgo, Valentina Matviyenko, quiso denunciar a la cantante porque en un vídeo promocional para el concierto había pronunciado la palabra fuck (joder). Con este ambiente, lo que más sorprende es el deseo expreso de Madonna de cantar en la ciudad y de rebajar su caché para poder hacerlo durante la gira europea ‘Sticky and Sweet’. «La cantante recibirá unos honorarios muy discretos para su categoría y el concierto aportará muchos beneficios a la ciudad, porque a pesar de la crisis se venderán todas las entradas», declaró el promotor del concierto, Yevgueni Finkelstein, semanas antes de la actuación. El director artístico del Hermitage, museo que tiene un acuerdo con la Fundación Guggenheim, reconoció que daba su bendición a Madonna.