TELEVISIÓN

Fallece Julián Lago, el periodista que nos sometió a 'La máquina de la verdad'

Estaba en coma desde que el pasado 14 de mayo le atropellara una motocicleta en Paraguay

MADRID Actualizado: Guardar
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El periodista Julián Lago falleció en la madrugada de ayer, a los 62 años, a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria en el Centro Médico Bautista de Asunción (Paraguay). El conocido director y presentador de La máquina de la verdad llevaba más de dos meses en coma y sufría una disfunción multiorgánica desde que el pasado 14 de mayo fuera atropellado por una motocicleta en el pueblo de Coronel Oviedo, a unos 120 kilómetros de la capital de Paraguay, país al que el comunicador se trasladó a finales del año pasado para emprender una nueva vida.

Alejado de la profesión, Lago llevaba ocho meses residiendo en Paraguay, donde colaboraba con una comunidad indígena y había comprado un rancho y cabezas de ganado en Simón Bolívar, la localidad natal de su novia, quien, junto a la familia del periodista, intentó hasta el último momento su traslado a España. El viaje, previsto para el pasado 20 de julio, fue suspendido porque el avión que lo iba a trasladar, propiedad de Francisco Hernando El Pocero, tuvo una avería en su navegador al instalar el equipo médico necesario para el trayecto.

El diario El Norte de Castilla fue el debut profesional de Julián Lago (Valladolid, 1947), que pasó por varios medios del Grupo Zeta –Interviú, El Periódico de Cataluña y Tiempo–. Fundador y director de la revista Tribuna de actualidad, el periodista vallisoletano también fue el responsable de Tribuna de Salamanca, columnista de varios periódicos y tertuliano en varias emisoras. Pero alcanzó el estatus de popular en televisión, cuando en 1993 dirigió y presentó La máquina de la verdad, polémico espacio en el que los invitados se sometían al polígrafo. También condujo en la privada Misterios sin resolver y Por hablar que no quede.

Autor de varios libros –en el último, Un hombre solo, hacía una crítica a la «farándula del mundo periodístico»– y reconocido en numerosas ocasiones, Lago vivió una alborotada andadura con La máquina de la verdad, espectáculo para audiencia masiva –todavía se recuerdan los casi 9 millones de espectadores que acumuló la emisión protagonizada por Antonia Dell’Atte–. Dijo Lago que no le movió un interés económico a la hora de hacer La máquina... y calificó de «leyenda» los millones que supuestamente cobraron algunos personajes que pasaron por el programa.

Dejó La máquina... y apostó por el debate en Por hablar... que no quede, programa que Telecinco suprimió por no conseguir la audiencia esperada, informó en su momento la privada, que no entró a valorar las afirmaciones de Julián Lago en distintos medios de comunicación, en los que el periodista afirmaba que él tenía dos contratos firmados con el canal, uno para realizar un programa diario durante 45 semanas y otro de 35 entregas de periodicidad semanal. Según Lago, los directivos de Telecinco le pidieron que renunciara a los espacios diarios.