La ausencia de la víctima libra de 15 años de cárcel a un presunto violador
| SEVILLA Actualizado: GuardarLa Audiencia de Sevilla ha condenado a un año de cárcel a un hombre de 31 años por golpear a su compañera, en una sentencia que se sitúa muy lejos de los 15 años de cárcel por violación y lesiones que pidió inicialmente el fiscal ya que la víctima faltó dos veces al juicio y no confirmó la denuncia.
La sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia únicamente condena al procesado R.P.D. a un año de cárcel por un delito de maltrato en el ámbito familiar, pues las lesiones de la víctima estaban respaldadas por un parte médico.
La denunciante faltó en febrero y mayo pasados al juicio, pese a estar debidamente citada en ambas ocasiones, lo que obligó al fiscal a retirar su acusación por un delito de agresión sexual, por el que pedía inicialmente 14 años de cárcel.
Hechos
Por lo tanto, la sentencia únicamente condena a R.P.D. a un año de cárcel porque, sobre las 13.00 horas del 27 de agosto de 2006, mantuvo una discusión con su compañera E.F.A. en su domicilio de Los Palacios y Villafranca ( Sevilla ), la cogió por el pelo, le golpeó la cabeza contra la pared hasta que la tiró al suelo, se colocó sobre ella y le dio varios puñetazos.
Como consecuencia, la víctima sufrió varias policontusiones en la cara, brazos, cuello, regiones escapulares, hombro, muslos y glúteos, de las que tardó en curar 15 días y de las que «se prevé como secuela una alteración psíquica», según el fallo.
Inicialmente, la mujer denunció que su compañero la forzó a mantener relaciones sexuales, y al negarse le rompió la ropa interior y la penetró, tras lo cual intentó mantener relaciones anales, por lo que la víctima salió corriendo y se refugió en la azotea, pero el acusado la siguió, le agarró por el pelo y la amenazó con un cútex.
El acusado «le dio golpes por todo el cuerpo, llegando a utilizar unos alicates para pegarle en las costillas, bocados en la cara y patadas en la barriga», según su denuncia.
La sentencia incluye la prohibición de acercarse a la víctima o comunicar con ella por cualquier medio durante cinco años, así como el pago de una indemnización de 3.000 euros por las lesiones y el síndrome de estrés postraumático que sufre.