SAN FERNANDO

Los vecinos del Olmo denuncian vertidos fecales y falta habitual de limpieza

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La falta de alumbrado, de limpieza pública y hasta una filtración de aguas fecales en las inmediaciones de sus viviendas han levantado la voz de alarma entre los vecinos de la Barriada Olmo, lindante con la trasera del Cementerio y la avenida Pery Junquera de San Fernando. Sus habitantes ya están hartos de denunciar el riesgo para la salud pública que suponen todas estas circunstancias y ayer dio el salto a la política de la mano del portavoz del Partido Socialista local, Fernando López Gil, que advierte de que «podrían derivar en problemas mayores de no actuarse con rapidez por parte del Ayuntamiento».

De esta forma, el líder del PSOE se sumó a la protesta vecinal y solicitó al bipartito una actuación «urgente y extraordinaria por el pésimo estado que presenta la zona». El desencadenante de la denuncia vecinal reside en el último de los problemas derivado de «la dejadez del equipo de Gobierno local», cuando una filtración de aguas fecales en las inmediaciones de los pisos «ha terminado en pocos días en una auténtica charca de inmundicia». «No comprendemos la lentitud del equipo de gobierno en actuar en situaciones de este tipo, que podemos considerar como de emergencia; es impropio de una ciudad como San Fernando que unos vecinos tengan que manifestarse públicamente para demandar de su Ayuntamiento unos servicios públicos mínimos», señaló López Gil. Y es que las filtraciones habrían alcanzado ya los bajos del bloque más cercano. El socialista pidió al ejecutivo formado por PA y PP «que no vuelva la cara ante estos problemas, porque no podemos consentir el mal estado que presentan muchas, demasiadas barriadas de La Isla».

Los vecinos también denunciaron que pese a contar con alumbrado público, la zona está «totalmente a oscuras» por la falta de reposición de las luminarias y «la suciedad de la plaza y calles llega a extremos tales que de no ser por la labor de los vecinos por aquí no podría andarse». Además, la ladera que separa las viviendas del cementerio «se ha convertido en un basurero», insistieron.