Un policía afgano inspecciona el coche patrulla objetivo del atentado registrado ayer en Herat. / AP
MUNDO

Obama planea trasladar a los presos de Guantánamo a Michigan y Kansas

Los complejos acogerían a los reclusos peligrosos y los tribunales para juzgarlos

| NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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Barack Obama quiere evitar a toda costa que el cierre de la cárcel de Guantánamo se eternice y analiza un plan para trasladar a algunos de los presuntos terroristas detenidos a un complejo de máxima seguridad en territorio estadounidense, que también incluiría tribunales para juicios civiles y militares.

En la que es una de sus grandes apuestas de su legislatura, el presidente prometió clausurar el centro de detención en enero de 2010, pero la serias reservas expresadas por congresistas y senadores que no quieren ver en sus estados a ninguno de los 229 sospechosos de terrorismo retenidos en Cuba amenazan con retrasar seriamente los planes de la Casa Blanca.

La lista de opciones que considera la Administración la encabeza una cárcel de máxima seguridad en el estado de Michigan que se encuentra en pleno proceso de cierre y una penitenciaría militar con 134 años de existencia en Kansas. Las instalaciones serían dirigidas por los departamentos de Defensa, Justicia y Seguridad Nacional, asumiendo cada uno diferentes responsabilidades según las características de los detenidos.

La idea no es otra que concentrar los recursos necesarios para poder controlar tanto a los prisioneros considerados más peligrosos -sobre los que pesa una condena indefinida- como a aquellos que ya están libres de cargos pero que siguen retenidos hasta que aparezca un país dispuesto a aceptarlos. Estos últimos contarían incluso con una zona de viviendas donde residir mientras continúen en territorio estadounidense.

Procedimientos históricos

Para dar agilidad a los procesos y evitar interferencias del sistema judicial civil, las autoridades podrían resucitar procedimientos excepcionales no utilizados desde la Segunda Guerra Mundial. Se calcula que entre sesenta y ochenta serán juzgados ya sea por tribunales civiles o militares, y un número parecido podría ser enviado a terceros países dispuestos a acogerlos. Las docenas sobre los que aún no se ha tomado una decisión pasarán a integrar una de estas dos categorías o serán retenidos de forma indefinida sin cargos, de acuerdo con las tres categorías de presos definidas por el Gobierno. En la única declaración oficial sobre el asunto, un portavoz de la de la Casa Blanca aseguró que aún no se ha tomado una decisión firme. Sin embargo, otro alto responsable implicado en el proceso declaró que la construcción de un complejo que sea a la vez una cárcel y un juzgado es de momento la preferida.

Desde la llegada de Obama al poder, abogados del Gobierno, el Pentágono, el Departamento de Justicia y la Casa Blanca se han esforzado para encontrar la forma de cerrar la controvertida prisión, que ha recibido una lluvia de críticas de la comunidad internacional por la violación de los derechos humanos y como un símbolo de la tortura durante la presidencia de George W. Bush. Pero el Congreso mantiene congelada una partida de 80 millones de dólares -56 millones de euros- destinados a los traslados.