Los niños integran el cortejo a San Antonio./ A. R.
Sierra

Broche de oro a la fiesta de Moros y Cristianos en la Sierra

Gran parte de sus habitantes participan en un evento que evoca el pasado árabe que tiene esta localidad gaditana

| BENAMAHOMA Actualizado: Guardar
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Benamahoma celebró ayer domingo la última jornada de su tradicional y popular fiesta de Moros y Cristianos. Los vecinos de la localidad y cientos de visitantes volvieron a volcarse con una de las celebraciones más singulares de la Sierra de Cádiz.

El patrón de la localidad, San Antonio, juega un papel fundamental en las recreaciones de la lucha entre moros y cristianos. Ambos bandos pugnan por la posesión del Santo que ayer volvió a manos de los cristianos, después de que durante la jornada se hicieran con la imagen.

Los enfrentamientos cuerpo a cuerpo de adultos y niños se sucedieron por las calles de la pedanía grazalemeña. En la misma, los detalles árabes recuerdan a un pasado en el que la presencia de los moros fue notoria por la zona.

Después de las luchas del sábado, los cristianos se entregaron ayer al máximo para volver a recuperar la imagen de San Antonio. La batalla concluyó en la zona del Nacimiento, donde el Santo bendice las aguas que brotan de la tierra y que suponen algo más que una seña de identidad de Benamahoma. En ella participaron numerosos niños, que garantizan la continuidad de la fiesta.

Esta tradicional celebración provoca que el municipio se engalane para rendir homenaje a su patrón, San Antonio. Los jóvenes del pueblo, divididos en dos bandos, luchan por la posesión de la imagen del Santo. Los capitanes intercambian diálogos improvisados, mientras suena el estruendo de los trabucos y las espidargas cargadas de pólvora.

Entregados

Durante estos cuatro días, la localidad se ha volcado con todas las actividades que se han organizado, aunque especialmente con las recreaciones, las luchas y las procesiones. También se han desarrollado campeonatos deportivos, fiestas gastronómicas con degustaciones, actuaciones musicales, fiestas juveniles y momentos de convivencia entre vecinos y familiares, entre otros divertimentos.

Además, el municipio ha contado con la presencia de cientos de visitantes que han disfrutado, codo con codo con los benamahometanos, de esta singular celebración. Las casas rurales han colgado el cartel de completas, una vez más, por lo que el municipio se ha convertido en uno de los centros turísticos de la Sierra estos días.