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El vertido de la refinaría de Huelva llega a las playas de Poniente y Bonanza, junto a Doñana
Actualizado: GuardarEl dispositivo desplegado tras el vertido ocurrido el pasado jueves en la refinería que la empresa Cepsa tiene en Huelva detectó ayer la presencia de hidrocarburo en unas 10 millas de la costa onubense, así como en parte del litoral de la provincia de Cádiz, entre las zona de Bajo de Guía y playa de Poniente.
Este hecho, pese a que la Junta se ha apresurado a explicar que los restos encontrados «no suponen riesgo para el baño ni para las personas que están en la playa», supone que el vertido inicial ya ha llegado a los límites de la localidad de Sanlúcar.
De hecho, durante la mañana de ayer hasta una treintena de efectivos del Ayuntamiento de Sanlúcar y la propia empresa causante del vertido realizaron labores de limpieza del litoral en esta zona, incluidas las playas de Poniente y Bonanza, así como en Bajo de Guía. Según explicaron fuentes de Medio Ambiente, los restos que aparecieron en el lado gaditano del Parque Natural de Doñana eran galletas de entre dos y tres centímetros de grosor «muy pequeñas y escasas», lo que no impidió la normalidad de bañistas y usuarios durante la jornada dominical. Al final del día, se habían recogido más de 60.000 kilos de arena contaminada. Por su parte, el colectivo Ecologistas en Acción cifró en unos 20 metros cúbicos la afección que el vertido de la refinería onubense habría producido en las costas de Sanlúcar.
Para paliar los daños ocasionados esta organización ha solicitado la «convocatoria urgente de la comisión permanente del Consejo de Participación de Doñana». El representante de la asociación en el Consejo, Juan Romero, indicó que las playas de Doñana «están afectadas en más de 15 kilómetros por las galletas de chapapote, concentradas fundamentalmente en la Punta de Malandar frente al litoral de Sanlúcar de Barrameda. «El problema es que hay que evaluar las repercusiones medioambientales y socioeconómicas y el posible perjuicio a las pesquerías tras el arrastre del fuel en dirección Cádiz», explicó Romero.
Asimismo, el representante de Ecologistas en Acción señaló que la intervención del barco estatal Miguel de Cervantes, con la utilización de floculantes y dispersantes químicos para intentar disolver el fuel, podría provocar que los restos sedimenten y, posteriormente sean arrastrados a la costa, «por lo que el problema se puede ampliar en el tiempo», explican.
Además, las organizaciones WWF y Ecologistas en Acción anunciaron también ayer que presentarán la próxima semana en el Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana una moción contra el proyecto del oleoducto para la refinería Balboa, una actuación que consideran perjudicial para la zona ante el aumento del tráfico de petroleros en la costa onubense. Para ambas organizaciones este organismo está obligado a revisar el informe favorable que emitió en su día, debido a las nuevas circunstancias «que demuestran los altos riesgos que tiene este proyecto para Doñana», indican.