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Los canteranos pusieron la ilusión dentro del terreno de juego. / JESÚS CABELLO El encuentro no fue bronco entre ambas escuadras. / JESÚS CABELLO
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Un inicio prometedor

El Xerez debuta con una victoria ante el Arcos en un encuentro cómodo y en el que Cuco Ziganda dio minutos al argentino Leandro Gioda

BORJA FERNÁNDEZ
| ARCOSActualizado:

El Xerez se fue de paseo por la sierra. Los azulinos abandonaron el reposo de Montecastillo para disputar su primer encuentro amistoso de la pretemporada y vencieron con cierta comodidad a un Arcos que promete esta temporada y que nunca se achantó ante el equipo de la Liga de las Estrellas. Cuco Ziganda tenía ganas de ver a sus hombres sobre el césped, y el ensayo no le salió mal al navarro. Probó varios sistemas de juego, enseñó sus credenciales sobre el verde (toque y rapidez en el pase), dio descanso a Renan y le dio minutos al joven Leandro Gioda, que debutó con la camisola azulina antes de haber firmado. Pero el primer bolo veraniego también descubrió las vergüenzas típicas de esta época: pocos efectivos, falta de ritmo, imprecisiones y cansancio acumulado.

La escasez de futbolistas obligó a Cuco Ziganda a trastocar las posiciones habituales de algunos jugadores , como con Redondo, lateral que se está reconvirtiendo en medio centro defensivo desde el inicio de la presente pretemporada. Por lo demás, el navarro apostó en este debú de verano por la base del equipo que logró el ascenso, incorporando a dos canteranos como Joaqui -que acompañó a Moreno en la zaga- y Juanito Rosillo.

Ya con el cuero rodando, las imprecisiones habituales en estas épocas se dejaron notar. El Xerez de Ziganda dominaba el balón dejando clara la diferencia de categoría entre un equipo de Primera y otro de Primera, pero Andaluza. Aún así, los serranos plantaron cara en unos minutos iniciales donde Míchel estuvo a punto de adelantar a los jerezanos, aunque el meta Leñero salvó un gol claro en el minuto 5 de partido. Un oasis dentro del desierto que supone los bolos estivales, sobre todo teniendo en cuenta que el técnico navarro apostó por trabajar el sistema a emplear la próxima campaña: mucho toque, balón al suelo y rapidez. Conceptos complicados cuando aún estamos a inicios de agosto y quedan 28 días para el pistoletazo de salida.

Intentos locales

Pero volviendo al partido, los jugadores serranos tenían ganas de agradar a su gente y Salamanca casi pone por delante a los suyos con una vaselina desde 40 metros que saca Chema a saque de esquina. La acción motivó al Xerez que, con Viqueira y Abel sobre el césped, no dudaba en tocar y tocar. La sombra del trivote se acercaba, aunque lo cierto es que el sistema empleado por Ziganda se asemejaba más a un 4-1-4-1, con Redondo guardando las espaldas de Viqueira y Abel. Fue precisamente el sevillano el que botó un saque de esquina que a punto estuvo de acabar en gol tras testarazo de Francis. Pero los despistes persistían y de ello se aprovechó el Arcos. El conjunto local daba la sorpresa poniéndose por delante en el marcador gracias a un gol de Álvaro en el minuto 30, que remató con certeza un saque de esquina lanzado por Zurdito. Alegría en la afición arcense que duró un suspiro, ya que tres minutos después, Casillas derriba a Míchel dentro del área y Momo no perdona desde los once metros.

Empate y los azulinos comenzaron a gustarse, tanto, que un minuto después celebraron un gran tanto de Míchel que el colegiado gaditano tardó en anular, aplacando el ánimo de los xerecistas y propiciando una contra del Arcos que pudo convertirse en el segundo tanto local. Pero a la segunda fue la vencida en esta ocasión y el ariete madrileño del Xerez no desaprovechó una asistencia del canterano Rosillo para afianzar la remontada.

Debuta Gioda

La segunda mitad arrancó con Leandro Gioda como protagonista. El zaguero argentino, a punto de firmar su vinculación con el Xerez para la próxima temporada, gozó de 45 minutos para terminar de convencer a Ziganda y demostrar que tiene sitio en la zaga azulina.

El navarro cambió el sistema, probando un 4-4-2 con Mario Bermejo y Antoñito en la punta de lanza. Precisamente entre los dos atacantes se guisaron el tercer tanto azulino al comenzar la segunda mitad. Y todo gracias a una gran incorporación por banda derecha del joven Rosillo, muy activo durante todo el partido. Pero los minutos pesaban ya demasiado y el ritmo bajó de forma considerable. Los fallos se repetían por uno y otra parte y más de uno miraba el reloj. Al final, victoria y de vuelta a Montecastillo, en un encuentro que sirvió para mucho, pero que se aleja mucho de lo que será este Xerez el próximo 29 de agosto en Mallorca.