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'The Boss' encandila al público a ritmo de pasodoble y chapurreando español

Bruce Springsteen reúne a 30.000 espectadores en el estadio José Zorrilla de Valladolid

VALLADOLID Actualizado: Guardar
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Bruce Springsteen se ha contagiado esta noche en Valladolid de pasión hispana en el penúltimo concierto de su gira en España, en el que ha conectado con el público hablando en castellano y versionando temas como La Bamba. Si en su primer concierto de la gira, en Bilbao, comenzó con De Santurce a Bilbao, en el segundo al ritmo de Sevilla tiene un color especial y en Benidorm tocando Los Pajaritos, en Valladolid el 'Boss' se ha marcado un pasodoble para ganarse a los más de 30.000 espectadores que llenaban el estadio José Zorrilla.

Un inicio muy castizo que ha ayudado a que los más de 30.000 fieles se animasen con la belleza de canciones míticas como Badlands y No surrender, la voz rasgada y contundente del 'Boss' y la sofisticada presencia de su banda, The E Street Band.

Springsteen estaba entregado y su espectáculo prometía, justo cuando los acordes de Night han servido de preludio a uno de esos momentos especiales de la velada. Con Hungry heart, el 'Boss' se regocijó en la empatía latente con un público que cantó más de media canción a coro. El cantante y compositor norteamericano ha demostrado una gran impetuosidad sobre el escenario, la cual ha alternado con la dureza propia del rock más estridente, como así ha ocurrido con Outlaw Pete, uno de los dos temas de su último disco, Working on a dream, que presenta en esta gira.

Fin de gira en Santiago de Compostela

Tras éste, le han seguido otros más espirituales como Spirit in the night o Working on a dream. Al finalizar este último, Springsteen se ha dirigido al público vallisoletano con efusividad. "Muchas gracias Valladolid. Qué bueno estar aquí. Esta noche lo vamos a romper todo con música, espíritu y ruido. Nosotros ponemos la música, vosotros ponéis mucho ruido", ha comentado Bruce Springsteen en castellano.

Con Seeds y Johnny 99 ha caldeado más el ambiente con el rock añejo y puro que porta como emblema. Entonces, ha llegado el turno de las peticiones del público a través de carteles. Después de un baño de masas en un par de vueltas a lo ancho del escenario, Springsteen ha tocado Raise your hand y ha versionado el clásico del rock y del twist de Jerry Lee Lewis Great balls of fire.

Una cadencia en el movimiento de las caderas de todo el estadio que se ha prolongado con la dulce balada Something in the night, Surprise, surprise y My love will not let you down. Con Waitin' on a sunny day ha vuelto a ceder el protagonismo a sus seguidores e incluso ha permitido que un niño se hiciese con el micrófono para tararear el estribillo del célebre tema.

Springsteen ha subido la escenario a una chica, que no olvidará nunca ese momento, a la que ha llegado a coger en brazos y a besar en la mejilla, mientras su música hacía bailar a todo el estadio. Al final, ha concluido con la grandiosa Dancing in the dark y al ritmo del Twist and shout que popularizaron The Beatles, tras un concierto de más de tres horas de duración. "Que bueno estar aquí, en esta noche tan bonita", ha exclamado, antes de despedirse con un "gracias Valladolid, os queremos". Bruce Springsteen concluirá mañana su gira por España en Santiago de Compostela.