Fumar se va a poner muy difícil
El Ministerio de Sanidad quiere endurecer la Ley Antitabaco para impedir ese hábito en lugares públicos
Actualizado: GuardarUnos y otros han decidido cortar por lo sano. Dos semanas después de que el Gobierno vasco abogara por vetar el tabaco «definitivamente» en todos los lugares públicos de Euskadi, el Ministerio de Sanidad ha anunciado que se plantea ampliar la Ley Antitabaco «para prohibir fumar en todos esos espacios, incluidos bares y locales de ocio». La titular de este departamento, Trinidad Jiménez, explicó ayer que la normativa se encuentra «en fase de evaluación», por lo que, una vez comprobado el grado de éxito de su aplicación, ha llegado la hora de ampliar las áreas libres de humo. La Ley Antitabaco, que entró en vigor el 1 de enero de 2006 a nivel nacional, siempre ha estado en el ojo del huracán. En Euskadi concretamente, bien fuera el gremio hostelero, las asociaciones antitabaquismo o la oposición, no ha faltado quien recordara el flagrante incumplimiento de la norma.
La propia ministra ha reconocido que «las autoridades sanitarias se han encontrado con muchas lagunas en su aplicación». Su carácter disuasorio dista mucho de ser efectivo. Las cifras cantan: hasta el pasado mes de enero, se tramitaron más de 250 denuncias en el País Vasco (154 en Vizcaya, 52 en Guipúzcoa y 45 en Álava) y ninguna de ellas acabó en una multa. A este respecto, el anterior Departamento de Asuntos Sociales, con Javier Madrazo al frente, nunca dejó de recibir llamadas de atención. Ya a finales de 2006 sin ir más lejos, el PSE instó al Gobierno vasco a elaborar y aprobar un decreto de desarrollo de la Ley Antitabaco.
Aquella propuesta quedó en agua de borrajas. El Ejecutivo se escudaba en la necesidad de alcanzar el consenso entre instituciones y hosteleros, algo que jamás llegó a producirse. Y, por otra parte, el Gobierno y los ayuntamientos no aclaraban sus competencias a la hora de castigar a los infractores. El primero remitía las denuncias a los consistorios y éstos las devolvían sistemáticamente por supuestas carencias en la logística y falta de medios. Estas circunstancias han convertido Euskadi en una de las comunidades autónomas más abúlicas frente a la Ley Antitabaco. No hay más que darse una vuelta por bares y frontones para comprobarlo.
A todo ello se suma el hecho de que la norma sólo regula la situación de los locales de más de 100 metros. El resto, los que no llegan a esa extensión, pueden decidir libremente si permiten fumar o no. Como estos últimos representan el 80% del total y la inmensa mayoría lo autoriza, los efectos prácticos de la ley son muy limitados. Un clima que, en general, alienta la impunidad en toda España.
Ante este panorama, el Ministerio de Sanidad ha decidido seguir el ejemplo de la UE: «La prohibición de fumar en espacios públicos se ha extendido prácticamente a todos los países europeos y a algunos incluso, como Turquía, que tienen una tradición de consumo muy alto». En la actualidad, sólo 40.000 de los más de 350.000 locales de ocio existentes en España están libres de humo o disponen de espacios compartimentados para fumadores.
Nuevos pictogramas
Las razones que ha esgrimido la titular de Sanidad para ampliar los locales sin tabaco son que «el tabaquismo es un problema de salud pública y que, además, es preciso velar por el buen funcionamiento y el uso racional de los servicios sanitarios». Jiménez recordó que los fumadores tienen peor salud, por lo que su consumo de fármacos es mayor que la media.
Una de las medidas inmediatas para animar a los adictos a la nicotina a superar su dependencia será la incorporación de nuevos pictogramas a las cajetillas, que mostrarán pulmones destrozados, tumores en carne viva o dentaduras podridas. La ministra recalcó que el tabaco no sólo puede causar cáncer de pulmón, sino que también es un factor de riesgo para sufrir infartos y cardiopatías.