El amuleto de la selección de baloncesto
Actualizado: GuardarSan Fernando tiene el privilegio de haber visto crecer de cerca a la mejor generación de jugadores de baloncesto de este país. Año tras año, desde hace ya casi una década, los Gasol, Felipe Reyes, Navarro, Calderón, Rudy y compañía han ido desfilando por las instalaciones de Bahía Sur (hotel, gimnasio, pabellón...) hasta convertirlas en su hogar veraniego perfecto, el cuartel general ideal desde el que convertir esos sueños y confidencias que comparten en sus habitaciones, ese espíritu de equipo y talento que demuestran sobre la pista, en una colección de medallas que tendrán su verdadero reconocimiento cuando desaparezca esta época dorada.
Desde que en el año 2001 se colgaran al cuello la plata en el Europeo de Polonia, este grupo de genios de la canasta no ha parado de darnos alegrías. Desde la plata de Suecia 2003 hasta la memorable final de Juegos Olímpicos, donde únicamente la sospechosa ceguera arbitral nos privó a todos de vivir una de las páginas más gloriosas. Y por el camino se quedan el título Mundial conseguido en Japón y la plata del Europeo de Madrid, que dejó un regusto tan amargo como la cuarta plaza en Belgrado 2005.
Todo ello sabiendo encajar a la perfección los cambios de ciclos, los rumores de ese entorno al que tanto suelen acusar en otros deportes y la presión de ese público gaditano que ha pasado de no reconocer a esos chicos tan altos que se paseaban a sus anchas por el centro comercial isleño a obligar, en ocasiones, a que algunos de los chicos de oro tengan que realizar el trayecto desde el pabellón hasta el hotel (apenas 300 metros) en furgoneta.
Este año se planteó la posibilidad de cambiar San Fernando por Las Palmas, ya que el primer amistoso de la selección se disputará en tierra insular, pero pronto recayeron en la importancia de mantener la tradición. El amuleto está en la Isla. La medalla está garantizada.