Ikea y CC OO pactan las condiciones laborales en la obra, que se retoma hoy

El pulso entre la multinacional del mueble Ikea y el sindicato CC OO, que representa a los piquetes de desempleados que llevan ya una semana de protesta a las puertas de las obras de la compañía sueca y que el pasado martes lograron paralizar los trabajos, llegó ayer a su fin gracias al acuerdo que alcanzaron las dos partes en el transcurso de la reunión mantenida a instancias del Ayuntamiento de la ciudad y con su mediación.

El principal resultado del consenso alcanzado ayer es que hoy mismo los más de dos centenares de obreros que están empleados en la construcción de la tienda de Ikea en Jerez y del complejo que la acompaña podrán volver al trabajo tras los dos días de parón. Eso fue lo que votaron los desempleados que habían formado los piquetes que lograron parar la construcción y que ayer se reunieron en asamblea en los locales del sindicato antes, durante y después de la cita en el Consistorio.

Así lo comunicó ayer el secretario general de CC OO en Jerez, José Manuel Trillo, que participó en el encuentro junto al líder provincial del sector de la construcción de esta central sindical, Antonio Barrera, y que además de explicar los puntos de acuerdo con la multinacional se esforzó en recalcar «la buena predisposición con la que han acudido a esta cita, lo que nos ha permitido zanjar el conflicto y los malentendidos».

Trillo explicó que la principal petición que le hizo ayer CC OO a los dos representantes del gabinete jurídico de Ikea, así como al de la subcontrata encargada de la obra que también participó en la negociación, fue que las empresas que realizan los trabajos respeten la normativa y el convenio que se aplica en el sector en la provincia. Sin ir más lejos, el representante sindical informó de que «se han comprometido a que a partir de ahora en las obras de Ikea y de Inter Ikea respetarán el turno de trabajo con horario intensivo de verano». Es decir, que ya no se verán obreros a partir de las 15.00 horas de la tarde en los terrenos que la multinacional tiene junto a la N-IV, ya que los horarios establecidos son desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde.

Respecto a la polémica en torno al origen de los empleados contratados, Trillo insistió ayer en que «no era la prioridad», aunque admitió que «se ha creado una especie de comisión de interlocución permanente con todas las empresas que trabajan ahora y que lo harán en el futuro para Ikea durante la fase de construcción». El objetivo de esta medida es que CC OO tenga un listado de esas subcontratas, con las que se podrá contactar para negociar una a una los criterios de contratación y «la oportunidad de que se repartan los cupos entre la gente de Jerez y la de fuera».

En este sentido, Trillo volvió a recordar que cuando se anunció la llegada de Ikea sus responsables aseguraron que muchos de los 3.000 empleos que se iban a generar en la fase de construcción serían para personas de Jerez y el entorno. «Ahora, gracias a la buena voluntad de la empresa, podemos cerrar este conflicto que se podía haber enquistado», finalizó.