Díaz Ferrán mantiene su pulso con Zapatero y le invita a negociar en septiembre sin condiciones
El presidente de CEOE acusa al Gobierno de caer en brazos de los sindicatos y resalta la independencia de la patronal
| COLPISA. MADRIDActualizado:La polémica sobre quiénes han sido los buenos o los malos en el diálogo social (foro de debate y negociación entre Gobierno, patronales y sindicatos), lejos de apagarse, se aviva. Ayer, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, «invitó» al Ejecutivo, CC OO y UGT a reanudar el proceso en septiembre sin tabúes. Ante una negociación de esas características la patronal reavivaría sus propuestas, rechazadas tajantemente por el resto de los interlocutores.
Díaz Ferrán hizo público su plan tras la junta directiva de CEOE, cuyos miembros se unieron como una piña en defensa de su presidente. En una posterior intervención ante la prensa, el dirigente empresarial acusó a Zapatero de echarse en brazos de los sindicatos, resaltó la independencia de su organización y negó haber recibido «hasta hoy» presiones para la firma de un acuerdo.
La reacción del Gobierno no se hizo esperar. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, explicó en un comunicado que con ese 'carné de baile' «el acuerdo será imposible». «Nunca vamos a aceptar esta base de discusión». A su juicio, las declaraciones de Díaz Ferrán eran «el lógico colofón de un proceso que la dirección de CEOE ha gestionado en forma muy desafortunada». Insistió en que «la CEOE, cuando habla de retomar la negociación sin perímetros ni líneas rojas, está sugiriendo lesionar los derechos de pensionistas o alterar el equilibrio del Estatuto de los Trabajadores».
La discusión sobre el fracaso del diálogo social ha desbordado el ámbito de su negociación, al implicarse los partidos en el resultado. Por ejemplo, el comité ejecutivo del PP dedicó buena parte de la reunión a analizar lo ocurrido. Su líder, Mariano Rajoy, propuso no entrar en la batalla provocada por Zapatero y en la que el Gobierno ha encontrado «un chivo expiatorio» en la CEOE. Tiene claro que la postura del jefe del Ejecutivo ha sido «sectaria y autoritaria». La también representante del PP y presidenta de la Comunidad Madrid, Esperanza Aguirre, abordó igualmente el asunto, pero su tono fue conciliador. Desveló que había telefoneado a Zapatero para pedir disculpas por su acusación de «sindicalista, retrógrado y piquetero».
El diputado de CiU, Carles Campuzano calificó de «temeridad» que el Gobierno no acepte «la mano tendida» ofrecida por la CEOE. Recordó que todo indica que el deterioro económico y laboral será mayor en septiembre.
En nombre del PSOE respondió su portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso. Dijo que la postura de la CEOE es «desmesurada, insolidaria y antisocial». En su opinión, el fracaso obedece a «los codiciosos que no han dejado de manipular para ponerse las botas». Por su parte, la socialista Isabel López puso una nota de nostalgia al afirmar que «con Cuevas (anterior presidente de CEOE) esto no hubiera pasado».
Otra cuestión en la que Díaz Ferrán hizo hincapié fue en «la representatividad institucional de la CEOE y en la de CEPYME», que está dentro de la primera. Añadió que su patronal «es un ejemplo en Europa y es la única donde están todos los sectores y las empresas de todos», en alusión a palabras del titular de Trabajo, Celestino Corbacho. El ministro, horas antes, señaló que la negociación sobre materias concretas seguira con «múltiples sectores que tienen su propia representación».
Los presidentes de CEOE y CEPYME, Gerardo Díaz Ferrán y Jesús Bárcenas, escenificaron ante la prensa sus buenas relaciones. Ambos se estrecharon reiteradamente las manos y posaron sonrientes decenas de veces. Pero las dudas sobre la autenticidad de su entendimiento continuaron. Hubo varias preguntas sobre el tema. Al final, Díaz Ferrán visiblemente harto de la situación, respondió: «¿Qué quieren ustedes que hagamos, si lo único que nos falta es darnos un beso?».