Merce Cunningham junto a miembros del Ballet de la Opera de Paris en 1973.
Sociedad

El hombre que regeneró el baile

Muere a los 90 años el coreógrafo americano Merce Cunningham, el gran renovador de la danza moderna

| COLPISA. NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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El mundo de la danza acaba de perder a uno de sus grandes creadores de todos los tiempos. Décadas de innovación lo catapultaron como uno de los mejores coreógrafos vanguardistas del siglo XX pero bastaba contemplar una de sus obras para comprender que en su arte cabía todo: a veces sutil y exuberante como el mejor Mozart, pero tremendamente contemporáneo al saber encapsular en un par de movimientos el drama del hombre moderno. Tras seis décadas de prolífica carrera, Merce Cunningham murió el pasado domingo a los 90 años en su casa del West Village neoyorquino, el barrio donde creció culturalmente junto a otros prominentes artistas y desde donde su influencia se extendió por todo el mundo.

Con su compañía de danza fundada en 1953, Cunningham empezó a colaborar con el compositor John Cage (con quién mantuvo una larga relación sentimental) y los pintores Robert Rauschenberg, Jasper Johns, Andy Warhol y otras destacadas figuras del arte moderno. En ese ambiente empezó a forjar su estilo dotado de una inusual claridad, calma y frescura a la vez que desarrolló una elegante y rigurosa técnica basada en una particular forma de estirar todos los miembros del cuerpo en movimiento. Esta ligereza la practicó en sus primeros años profesionales junto a la coreógrafa Martha Graham, para luego aportarle su propio sello con su repertorio de giros, encogimientos y liberación del cuerpo.

«Merce vio la belleza en lo cotidiano, y eso es lo que lo hizo extraordinario», comentó Trevor Carlson, director ejecutivo de la fundación Cunningham. «No dejó que las convenciones le dictaran el rumbo, sino que fue un artista genuino, honesto y sincero en todo lo que hizo». Uno de los rasgos de la originalidad de Cunningham era que su danza no estaba atada a una narrativa, no expresaba explícitamente una situación concreta o un sentimiento, sino que perseguía ante todo la belleza del movimiento en estado puro.

«Mi idea siempre ha sido explorar el movimiento físico humano», había dicho el coreógrafo el mes pasado, al anunciar un Plan de Legado Viviente destinado a perpetuar su arte. El plan incluye una última gira mundial de la compañía de danza integrada por 14 bailarines, tras lo cual será disuelta definitivamente. «Merce era un anticonformista en el arte y el más amable de los genios», dijo Judith Fishman, presidenta de su compañía. «Hemos perdido a un gran hombre y a un gran artista, pero celebramos su extraordinaria vida y su arte».

Nacido en 1919 en una pequeña localidad del Estado de Washington, Cunningham estudió ballet en Seattle antes de unirse a la compañía de la pionera de la danza moderna Martha Graham, entre 1939 y 1945. En 1944 se produce el encuentro que marcará su vida, al realizar un primer espectáculo individual con música del compositor John Cage, que sería su pareja hasta su muerte casi medio siglo después.