Se van de Las Viñas

Ya está formalmente decidido. Un cabildo multitudinario -meritorio si se piensa en la condición de estas fechas estivales- adoptó esta semana, por unanimidad, la decisión de los hermanos del Consuelo del Pelirón de hacer realidad, de una vez por todas y plenamente, la vocación que su apellido ha venido bosquejando a lo largo de estos años con la implicación en el barrio que diversas presencias han venido demostrando a lo largo de este tiempo.

Un local ubicado en la misma Ronda del Pelirón se convertirá en capilla a lo largo de los próximos meses. Si Dios quiere, en la próxima Cuaresma el Señor del Amparo, María Santísima del Consuelo y Santa Ángela de la Cruz ocuparán altares en un lugar en el que, con puertas abiertas a diario, recibirán las oraciones de los vecinos. Son aquellos que vieran nacer, en los ochenta, el grupo juvenil originario de la posterior agrupación aprobada en el 96, fecha de la bendición de la Virgen.

Trece años tardarán en regresar físicamente a esa zona pastoral de la feligresía de Nuestra Señora de las Viñas, parroquia que no abandonan aunque sí se preparan para dejar un templo en el que conocieron la erección canónica de 2004 y los primeros pasos de esta joven hermandad. Entonces dijo monseñor Bellido Caro -el recordado don Rafael- «ahora se irán con la Virgen a El Pelirón, ¿verdad?». En unos meses cumplirán ese deseo del pastor y de los propios jóvenes cofrades.