Estrena tupé ante el juez
Actualizado:Embutida en un inclasificable vestido gris, estrenando tupé rubio y poniendo caretos -ahora ceñuda, ahora medio sonriente, ahora sorprendida...- llegó ayer Amy Winehouse a un juzgado de Londres. Rodeada de gorilas y de una horda de fotógrafos que no se cansan de inmortalizarla, compareció la extravagante artista para dar explicaciones a cuenta de una supuesta agresión a una fan. La chica le acusa de haberla golpeado cuando, en septiembre pasado, le pidió «educadamente» a Amy que se sacara una foto con ella al final de una actuación benéfica. La cantante niega la mayor y dice que no, que no la agredió. Es más, aseguró haberse sentido intimidada porque la mujer no dejaba de tocarle el cuello. El juez va a necesitar dos días para dilucidar de parte de quién se pone, así que mañana, más.