Merino afirma que «jamás» tuvo relaciones comerciales o profesionales con Correa
Alega que Hacienda no ha logrado confirmar que recibiera 220.000 euros de la trama Rechaza ser el individuo que se esconde tras las iniciales 'J.M.'
| COLPISA. MADRIDActualizado:El diputado popular Jesús Merino aseguró en el Tribunal Supremo que «jamás» ha mantenido relaciones «comerciales o profesionales» con las empresas de Francisco Correa y que nunca recibió un soborno por parte de la trama Gürtel. Relajado, sonriente y acompañado únicamente de su abogado, el ex vicepresidente de la Junta de Castilla y León insistió ante el juez Francisco Monterde, quien le acusa de un delito de blanqueo, que no entiende cómo sus iniciales aparecieron en los libros de la contabilidad B de Correa. Y recordó que ni la Policía Judicial ni la Agencia Tributaria han encontrado en sus cuentas o en su patrimonio datos que confirmen que esos apuntes pasaron del papel para convertirse en dádivas reales. «Confío en la Justicia y he contestado a todas las cuestiones que se me han planteado. Espero que haya servido para aclarar todas y cada una de las dudas», señaló Merino, quien dijo sentirse «satisfecho» tras una hora exacta de declaración. Un interrogatorio en el que el «imputado provisional», asistido por el letrado Luis Rodríguez Ramos, respondió con «firmeza» a las numerosas preguntas del fiscal Juan Ignacio Campos y de Monterde, según apuntaron fuentes judiciales. El diputado, que agradeció al tribunal la posibilidad de explicarse antes de que el magistrado reclame el suplicatorio a la Cámara Baja, no llevó ninguna declaración preparada. Su estrategia se basó en responder «con bastante agilidad», en palabras del imputado.
El libro 'B'
Buena parte del interrogatorio se refirió a los 220.000 euros que, de acuerdo con los libros contables, Correa le entregó en sobornos. En esos apuntes aparecen 50.000 euros a «Jesús Merino» y otras entregas que suman 170.000 euros a «J. M.», iniciales que la Unidad contra la Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) identifica con el diputado. Según el Supremo, ese libro y un soporte informático con la contabilidad oculta del Grupo Correa son los «indicios» sobre «la realidad de las percepciones».
Jesús Merino, que reiteró que todas sus actividades están declaradas y autorizadas por el Congreso, explicó que ni Hacienda ni Antiblanqueo han encontrado reflejo de esas anotaciones en sus cuentas. Además, recordó que tras las iniciales J. M, o J., según sus cálculos, pueden esconderse un buen puñado de imputados de este caso. No obstante, Merino, a diferencia del otro aforado nacional que declaró en el Supremo, Luis Bárcenas, no quiso dar nombres ni implicar a terceras personas en el caso Gürtel.
También argumentó que no tiene ningún sentido que hubiera recibido sobornos porque esos supuestos pagos tuvieron lugar después de que en 1999 abandonara todos los cargos en la Junta de Castilla y León, cuando ya ocupaba el puesto de secretario de Política Autonómica del PP, donde sólo desempeñaba funciones «estrictamente políticas».
El aforado admitió haber conocido a Pablo Crespo, el lugarteniente de Correa, pero alegó que sólo trató con él por razones de su cargo como secretario de Organización del PP en Galicia. Y no negó que mantuvo una relación laboral con Correa entre 2002 y 2004, los años en que el jefe de la trama era un asiduo en la sede del PP en la calle Génova, donde lo veía frecuentemente.
Merino también dio todo tipo de detalles sobre sus vínculos con Bárcenas y con otro de los principales imputados de la trama, el ex alcalde de Pozuelo de Alarcón (Madrid) Jesús Sepúlveda. El diputado admitió sus relaciones personales con ambos como consecuencia de los dos años que trabajaron juntos en la sede central del PP cuando el parlamentario segoviano era secretario de Política Autonómica y Municipal.
Reconoció incluso que su despacho profesional pagó al tesorero del partido por un informe económico, del que hay constancia en Hacienda y en las cuentas de su bufete.
Matrimonio
La actual esposa del diputado, Ana Isabel Gutiérrez, fue abogada de Sepúlveda. Ella ayudó en 2006 al ex regidor de Pozuelo a crear junto a Bárcenas la empresa Astrolago Inversiones S. L., que nunca llegó a tener actividad y que fue disuelta el pasado 25 de febrero, poco después de que estallara el caso Gürtel.
Sepúlveda, según la Policía Judicial, recibió 422.922 euros de Correa, mientras que el tesorero habría recibido sobornos por valor de 1,3 millones.
La declaración de Merino puso punto a final a los interrogatorios de los «imputados provisionales» que habían pedido declarar de forma voluntaria ante el Supremo después de conocer en junio que el instructor del tronco central del caso Gürtel, Antonio Pedreira, había elevado un escrito al alto tribunal al encontrar indicios de delito en las actuación del diputado y del senador Bárcenas.