La necesidad de ofrecer otra foto histórica a los ciudadanos
Hace un año que Gobierno, patronales, y sindicatos firmaron la 'hoja de ruta' de su relación para esta legislatura
| MADRID Actualizado: GuardarEl próximo día 29 de julio se cumple un año desde que Gobierno, empresarios y sindicatos dieran el pistoletazo de salida al actual proceso de diálogo social. El tiempo ha transcurrido sin el anhelado acuerdo. Entonces firmaron en La Moncloa -con rango de gran acontecimiento- la Declaración para el impulso de la economía, el empleo, la competitividad y el progreso social.
Los máximos responsables de CC OO, UGT, CEPYME y CEOE, Jose María Fidalgo (en esa época secretario general de Comisiones), Cándido Méndez, Jesús Bárcenas, y Gerardo Díaz Ferrán, junto con el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, posaron dentro del palacio, firmando, en una de sus entradas principales, sonriendo, dándose la mano, etc. Acababan de suscribir la hoja de ruta para el diálogo social de esta legislatura. Pero, aquellas fotografías se difuminarán si no hay pacto y otras instantáneas, realizadas ahora, las respalden y dan contenido.
A diferencia de otros procesos, este diálogo social se desarrolla inmerso en la mayor crisis desde la gran recesión de 1929. El jefe del Ejecutivo destacó entonces que «un país que es capaz de renovar el compromiso entre empresarios, sindicatos y Gobierno es un país capaz de lograr lo que se proponga en lo económico y en lo social» e invitó a los interlocutores a trabajar con «responsabilidad y seriedad». Díaz Ferrán, por su parte, no habló de abaratamiento del despido ni de reducción de cuotas sociales, per sí abogó por «cuantas reformas estructurales sean necesarias». Subrayó también que España no podía permitirse ningún «desencuentro».
Fidalgo se mostró más desconfiado. A su juicio, el documento no pasaba de ser «una declaración de intenciones», mientras que Méndez acertó de lleno cuando pronosticó que se avecinaba «un trabajo duro y difícil».
La prioridad señalada aquel día por Rodríguez Zapatero fue la ayuda a las empresas. Después colocó el esfuerzo para mantener la protección a los desempleados con incentivos y cualquier otra medida de recolocación útil; el cumplimiento de los acuerdos pendientes de la anterior legislatura; la reforma del sistema de la Seguridad Social; y el cambio del modelo productivo.