Sociedad

El fiscal acusa a un rejoneador de inducir a la quema de los caballos de Domecq

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El fiscal, que no acusaba en el juicio por la muerte de los caballos de los Domecq, ocurrida en junio de 2001 en Ocaña (Toledo), ha modificado sus conclusiones y ayer culpó al rejoneador José Antonio C. de un delito de daños como inductor de la quema de los equinos y pide para él un año y nueve meses de cárcel.

En sus conclusiones definitivas de este juicio, que ha tenido tres aplazamientos desde que se señalara el pasado mes de noviembre, el fiscal considera que José Antonio C. ideó un plan para beneficiar a su hijo José Miguel en las corridas de toros, aunque los autores materiales -unos sicarios colombianos que están en rebeldía- se confundieron al ejecutar el encargo.

Así, los autores del hecho deberían haber prendido fuego al remolque de los caballos del rejoneador Sergio Galán con el objetivo de eliminar la competencia que éstos les suponían en las corridas de toros de su categoría. En el banquillo de los acusados se ha sentado también el torero Manuel B., pero, el fiscal sigue pidiendo para este la absolución por falta de pruebas, mientras que la acusación particular solicita para cada uno de los acusados tres años de prisión por un delito de daños, así como 800.000 euros por los perjuicios ocasionados.

Los hechos ocurrieron en Ocaña (Toledo) la noche del 2 de junio de 2001 a la altura del kilómetro 57,200 de la carretera de Andalucía delante de un restaurante donde se había estacionado el remolque que transportaba doce caballos de los hermanos Domecq.