Un desajuste técnico «por un error humano» detiene a la central nuclear Ascó 1

El reactor de la central nuclear de Ascó 1 (Tarragona) se detuvo el lunes por la noche, sin que la parada estuviera programada, porque dos de los cuatro canales que miden la potencia no estaban operativos y cuando uno de ellos no funciona, el reactor se paraliza de forma automática. La dirección de Ascó 1, la eléctrica Endesa, que atribuyó el fallo a un «error humano», había intensificado las revisiones después de la fuga radiactiva de 2007, por la que tuvo que pagar 15 millones de euros, la mayor sanción nuclear de la historia en España. En el momento del incidente, la central nuclear funcionaba al 45% de capacidad. El reactor fue puesto en marcha el domingo después de dos meses en los que permaneció desconectado de la red eléctrica, ya que se le estaba cargando el combustible. Esta operación debía haberse completado en sólo un mes.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) calificó este nuevo incidente «de menor» y lo clasificó con el nivel cero en la escala internacional de sucesos nucleares, por lo que descartó que la parada supusiera algún riesgo para la población o el medio ambiente. «Fue simplemente una incidencia normal, dentro de lo que es un proceso típico de puesta en potencia de una central», señaló Antoni Gurguí, miembro del CSN. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, destacó que, ante la «parada no programada, el mecanismo de seguridad funcionó». Este último suceso se une al largo historial de incidentes de los últimos años. La central nuclear de Ascó renovó las autorizaciones de funcionamiento en 2001 por diez años más.