En comunidad
| MadridActualizado:Los vecinos casi nunca los elegimos. Nos caen en suerte y pueden ser una bendición o un suplicio. Y pensarán: si el vecino pone la televisión alta, se habla con él, se le explica el problema y asunto resuelto. Pues no. No es tan sencillo. Si después de hablar, educadamente, cuatro o cinco veces con tu vecino no consigues hacerle cambiar de actitud, date por jodido. Hay gente muy zoqueta y sin una pizca de empatía; gente muy mal educada y desconsiderada que no está preparada para convivir en comunidad, ni tampoco para dialogar y razonar. De modo que si ustedes tienen la suerte de disfrutar de buenos vecinos, les felicito; si no, les acompaño en el sufrimiento.