Clinton amenaza a Micheletti si no acepta el retorno de Zelaya
La Casa Blanca estudia suspender la ayuda económica que concede a Honduras
Actualizado: GuardarLa secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, mantuvo el domingo una conversación «severa» con el líder del Gobierno de facto de Honduras, Roberto Micheletti, tras el fracaso de la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, en su intento de encauzar la crisis desatada por el derrocamiento de Manuel Zelaya. El diálogo se interrumpió a raíz de la negativa de Micheletti a aceptar el punto 1 de la propuesta: el retorno del presidente electo.
El portavoz de Clinton, Phillip Crowley, aseguró ayer que la Casa Blanca ha recordado a Micheletti las consecuencias y «el impacto significativo» que supondría la interrupción de la ayuda estadounidense a Tegucigalpa. Crowley añadió que, en el transcurso de «una llamada dura», la secretaria de Estado «alentó» a Micheletti a «continuar con las negociaciones».
Washington parece aliarse así con Zelaya y contestar a su petición de aumentar la presión internacional contra los golpistas y respaldar su restitución. Clinton había sido la promotora del diálogo encabezado por Arias y plasmado en varias reuniones sin resultados.
Por su parte, la Unión Europea decidió congelar 65,5 millones de euros de ayuda a Honduras ante el fracaso del diálogo. Zelaya opina que habría que «cancelar cuentas, suspender viajes y visados y no permitir la salida del país de ningún miembro del régimen golpista».
El presidente costarricense pidió 72 horas para mostrar una nueva propuesta y que las delegaciones de ambas partes vuelvan a dialogar. El Consejo Permanente de la Organización de la OEA también respalda la prórroga y «todos los esfuerzos tendientes a restablecer la democracia en Honduras».
Pero Micheletti mantiene su negativa «indeclinable» sobre la vuelta de Zelaya, pero se muestra dispuesto a seguir negociando. «Hacemos esfuerzos para que el diálogo termine en algo positivo, sin el retorno de aquel que rompió la Constitución no una sino varias veces», declaró refiriéndose a Zelaya.
Mientras, Zelaya afirma que «sólo Dios podrá impedir su retorno a partir de mañana (por hoy)» con «una entrada apoteósica» en Tegucigalpa. «La guerra civil ya comenzó en Honduras», sentenció.