El debate
Actualizado:Poco duran los debates en Cádiz, será la herencia del doce. Un día nos levantamos con una polémica en la almohada, almorzamos con un foro de opinión, cenamos con el debate del siglo, y nos vamos a la cama tan cansados y tan tranquilos como si no hubiera pasado nada. ¿Quién se acuerda ya de la Aduana? Hay sin embargo, algunos debates que están en la calle y que nos acompañan siempre resistiéndose a abandonar la ciudad. Está, ya lo saben, el eterno debate en torno a la peatonalización de las calles del casco histórico. Algo que no tiene arreglo. Está, el debate sobre la conveniencia o no de ampliar los horarios comerciales. Tampoco sirve para nada. Está, como no, el socorridísimo debate sobre el paro y la economía gaditana. De cola de supermercado.
Hay, sin embargo, un debate que despierta el interés general de los ciudadanos y que tiene todas las papeletas para convertirse en algo más que un clásico en nuestro muro de las lamentaciones. Hace unos días, el Obelix de San Félix (un blog que nadie debería perderse si no quiere perderse los mejores lugares para tapear en Cádiz) proponía un debate sobre el servicio de hostelería en Cádiz. Un tema del que todo el mundo está deseando hablar y del que apenas se escucha algo más que los ecos.
No seré yo quien les diga quién es el camarero más sucio, o el más sieso, ni el empresario más negrero, ni el local más puerco, ni siquiera cuáles son los mejores en el gremio.
Y no seré yo, porque ustedes ya lo saben y lo soportan en silencio, como las hemorroides. Den una vuelta por el blog (www.blogsdecadiz.com/elobelixdesanfelix), quizá ha llegado la hora del debate. Somos muchos. Algo saldrá.