![](/cadiz/prensa/noticias/200907/21/fotos/685693.jpg)
El Gobierno y los sindicatos temen que «la intransigencia» de CEOE arruine el diálogo
La patronal insiste en Moncloa que cualquier pacto, en el actual proceso de negociación, pasa por una rebaja sustancial de las cuotas sociales
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarUna reducción de un punto y medio en las cotizaciones que los empresarios pagan a la Seguridad Social por sus trabajadores no es suficiente para que el diálogo social (foro de debate y negociación entre Gobierno, patronales y sindicatos) termine en un acuerdo, según explicaron ayer responsables de CEOE. Los empresarios acudieron a la Moncloa en solitario por la mañana, mientras que los miembros de CC OO y UGT lo hicieron por la tarde. Posteriormente, las tres partes mantuvieron una nueva reunión. Públicamente, todos abogan por el pacto, pero la impresión del Ejecutivo y de los sindicatos al final del día era que «la intransigencia» de la patronal arruinará el proceso. No obstante, se ha fijado para mañana un nuevo encuentro de las tres partes.
En ninguno de las reuniones participaron los máximos dirigentes de las organizaciones. Tampoco el jefe del Gobierno, Rodríguez Zapatero, acudió a las entrevistas. Estuvieron dirigidas por los jefes del Gabinete del Presidente, José Enrique Serrano, y de la Oficina Económica, Javier Vallés.
La última oferta del Ejecutivo consiste en una rebaja de 0,5 puntos en las cuotas por enfermedad y accidente laboral y de un punto en el conjunto. La primera reducción tendría carácter estructural y la segunda, temporal, sólo estaría vigente durante 2010 y siempre vinculada a una garantía del Estado para que la falta de ingresos no afectara al sistema de la Seguridad Social.
Diferencias
Muy distinta a los criterios de los sindicatos y del Ejecutivo es la opinión de la patronal. Sus negociadores insisten en que sus demandas desbordan los intereses de mayor competitividad que piden sus asociados y se orientan sobre todo a fomentar el empleo. Apuntan que la reducción de cotizaciones no necesitaría ninguna compensación financiera. La rebaja de ingresos se equilibraría con las aportaciones de los puestos de trabajo generados con la medida.
En la reunión de por la mañana, Moncloa concretó verbalmente su nueva oferta a los empresarios. En el escrito del 13 de julio, en el apartado dedicado a la «reducción de cotizaciones», el Ejecutivo había escrito «(pendiente)». La propuesta, difundida de antemano pero no realizada oficialmente, era una reducción en torno a dos puntos o a uno y medio, algo insuficiente a todas luces para CEOE, que también reclama, entre otros temas, mejoras para las compañías de trabajo temporal, mayores bonificaciones en los expedientes de regulación de empleo y cambios que acaben con el absentismo. Hasta el comienzo de la reunión tripartita no hubo nuevo documento de Moncloa. Los sindicatos, por su parte, no son demasiado críticos con la oferta recibida sobre su principal exigencia.
El Gobierno está dispuesto a conceder una ayuda económica de 420 euros al mes a los parados que han agotado la cobertura de desempleo. Reclaman que ese programa, vinculado a formación, dure hasta que la crisis termine. Moncloa lo limita a seis meses o al doble si la economía y el empleo lo permiten. Ambas centrales están mucho más preocupadas por lo que CEOE consiga y los peligros financieros que se pueden engendrar.
Todavía nadie piensa tirar la toalla. Conscientes Gobierno, empresarios y sindicatos de que el interlocutor que primero se levante de la mesa del diálogo será el aparentemente culpable del fracaso, todos permanecen sentados. Y desde el Ministerio de Trabajo se subraya que «la esperanza es lo último que se pierde y que mientras hay negociación hay posibilidad de entendimiento».