Anastacia recupera sus orígenes en la presentación de su nuevo álbum en Madrid
La intérprete ha desgranado 19 temas a lo largo de dos horas de concierto
MADRID Actualizado: GuardarUna Anastacia más ligada a sus orígenes que nunca ha traído su Heavy Rotation Tour a Madrid, en un concierto de dos horas de duración a lo largo de las cuales ha desgranado 19 temas y ha conseguido que el agotamiento no se reflejara en su voz.
The blond black, la negra rubia, se ubica directamente en una plataforma situada encima de una banda formada por dos coristas, dos teclistas, un bajista, un guitarrista y un batería, y con tres pantallas en la parte posterior del escenario. Entra tímida, comedida, apocada. Lleva gafas de colores y el pelo más largo, una imagen que corresponde a la Anastacia de sus primeros discos, antes de que con Heavy rotation la escasa promoción y una variación en su imagen y estilo musical le llevaran a las ventas más pobres de su andadura musical.
Creadora de lo que ella misma llamó sprock (mezclando soul, rock y pop), y apoyada desde el pistoletazo de salida de su carrera por mitos de la talla de Elton John, Luciano Pavarotti o Michael Jackson, ha optado por una propuesta arriesgada: sólo dos temas (Sick and tired, el momento más rockero de la noche, y Left outside alone, cierre perfecto para su vuelta a Madrid) de su mayor éxito de ventas, Anastacia (2004). Sin embargo, los temas del álbum que presenta actualmente no desatan menos aplausos, como podría intuirse: I can feel you muestra a la Anastacia más dance y sensual, Same song tiene el toque retro de Amy Winehouse, Defeated es una de las propuestas más fuertes, You'll be fine es tierna y maternal, Beautiful messed up world aparece cruda y agresiva y Heavy rotation inaugura los bises, la sección más discotequera hilada con soltura como si de un mismo tema se tratara.
Una voz espectacular
Anastacia se presenta sin más alardes que los vocales, dejando claro que ella ha venido a Madrid a cantar con mayúsculas, sin falsetes ni prácticamente adornos líricos, y levantando al público desde la primera canción, One day in your life. Su voz suena espectacular, sin nada que haga bajar la guardia del respetable. De las baladas más desgarradoras a las canciones más rítmicas o sus matices soul e incluso gospel, lejos queda ya el cáncer de mama que causó su retirada temporal de los escenarios hace cinco años. Y es lo que trata de demostrar Anastacia con Heavy rotation, la vuelta al estilo de sus dos primeros discos, unos temas que llegan tras cuatro años sin publicar nuevo álbum de estudio: la vida parece dura, pero no lo es tanto si sabemos llevar bien los golpes y vaivenes del destino.
La cantante va mostrándose, además, más bromista y habladora según avanza el concierto, cantándole una peculiar versión del Happy birthday to you a una chica del público (momento que aprovechó para comentar lo orgullosa que estaba de sus 40 años), subiendo a un chico al escenario en el momento más negro de la noche o convirtiendo Sick and tired en los minutos más rockeros, casi un himno coreado por todo su público. Han destacado también la magia de In your eyes, que ha cantado sentada ofreciendo su perfil más íntimo, o el mejor recibimiento de la noche para Paid my dues, que ha llegado tras su segundo cambio de vestuario (de un total de tres) y ha supuesto casi una vuelta atrás en el tiempo.
Próxima cita: Valencia
Y no han sido menos I belong to you, donde una de sus coristas (casualmente también italiana) interpretó el papel de Eros Ramazzotti en su canción más romántica, o Not that kind que, precediendo al parón que conduciría a los bises, ha brillado por un arreglo sorprendente a base de percusiones y armonías vocales e hizo que retara a los presentes para ver si la reconocían. Entre lo peor de la velada, quizá, Pieces of a dream, donde su voz rota no ha deslumbrado tanto como podría, o Cowboys and kisses, su tema más gospel en el que la intervención de uno de los bailarines en calzoncillos ha restado interés musical a una canción prácticamente copiada del disco.
Anastacia estará esta noche en Valencia, en la última oportunidad española para admirar un poderío vocal que roza lo increíble: tras dos horas ante ella, no parece tan descabellado que se la considere heredera de grandes divas como Tina Turner o incluso Aretha Franklin.