Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Silvia López reconoce que no aspiraba a salir de la Oficina de Rehabilitación para ir a la delegación. / MIGUEL GÓMEZ
SILVIA LÓPEZ DELEGADA PROVINCIAL DE VIVIENDA Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO

«El uso residencial de Zona Franca debe abordarse sin complejos»

La nueva delegada entiende que hay que dar servicios de agua y luz a las viviendas ilegales, pero advierte de que hay que ordenar esas situaciones

MABEL CABALLERO
| CÁDIZActualizado:

Parece obvio que Silvia López Gallardo (Cádiz, 1973) pasa por un buen momento personal y profesional. Pese a que ha aumentado su responsabilidad como nueva delegada de Vivienda, se la ve más relajada que cuando regresó a su tierra para ocuparse de la Oficina de Rehabilitación del Casco Histórico.

-Desde que volvió a Cádiz, ha tenido una carrera meteórica. ¿Es usted tan buena o estaba en el momento justo en el sitio adecuado?

-(Risas). Primero, lo de meteórica depende de cómo lo mires. Toda mi vida profesional ha estado dedicada a la política. Después de seis años en Sevilla, estuve seis meses en la Oficina de Rehabilitación de Cádiz, que fue un regalo, porque me dieron la oportunidad de redescubrir Cádiz. Y hay algo de verdad en lo que dice, que yo estaba ahí en el momento adecuado. Yo no aspiraba a salir de la Oficina y venir a la delegación de Vivienda, pero es verdad que con la salida de Manolo Chaves, se precipitaron los cambios. Se ha dado la circunstancia y sólo puedo agradecer que alguien pensara que podía ser válida para este puesto.

-¿Cómo va la delegación de presupuesto?

-La situación de crisis la vivimos todos. Lo mismo que le ocurre a las familias puede trasladarse al ámbito de la delegación. Sabemos que somos una consejería con una capacidad inversora muy alta y la vamos a seguir teniendo, pero es verdad que hay que priorizar algunas actuaciones. Los compromisos que hay se van a mantener, pero pueden sufrir alguna modificación en los tiempos.

-¿Y cuáles son las prioridades?

-La prioridad está en sacar adelante las obras que tenemos en marcha, sobre todo las que afectan a barriada y a viviendas que se encuentran muy deterioradas. La prioridad política es poner en valor el Plan Concertado de la Vivienda y suelo 2008-2012 con los registros municipales de demandantes, porque van a ser una herramienta bastante útil. Y también ser capaces de impulsar con los ayuntamientos los planes municipales de vivienda. En el apartado de disciplina urbanística, hay que sacar adelante las adaptaciones a la LOUA y ser capaces de poner en marcha con los ayuntamientos sus propios planes de inspección municipal, que nos permita ordenar las viviendas que están en situación irregular.

-Hablando de viviendas ilegales, por ejemplo, en Chiclana. ¿Qué se puede hacer para evitar que la soga se rompa por el lado más débil, el de los vecinos?

-En el caso de Chiclana hemos tenido una experiencia muy buena en los últimos días. Se han establecido disposiciones para que pueda haber agua y luz en la parte de la Rana Verde, como experiencia piloto. Creo que es exportable a otros lugares. Es una iniciativa excelente, porque viene a facilitar la vida de la gente que vive allí. Hay que distinguir que en algunos casos ellos son responsables de su situación y en otros casos, son corresponsables, junto a la administración local. Es verdad que se dan situaciones que no puedes obviar, no puedes dejar de prestar servicios básicos.

-¿La situación es diferente en El Puerto, en el Pinar del Coig y Los Barrancos?

-Es diferente, pero pueden buscarse soluciones alternativas que pasan, desde mi punto de vista, por una iniciativa municipal activa. Creo que para eso estamos propiciando la realización de los planes de inspección municipal, para ir localizando situaciones y posibles soluciones. Algunas no las pueden tener.

-¿Cómo en este caso de El Puerto? ¿Se derribarán las viviendas?

-En este momento, no soy capaz de decirlo, porque quedan muchas posibilidades por explorar.

-Otro de los puntos calientes es El Palmar. ¿Se va a derribar algo allí?

-La Consejería tiene mucho interés en El Palmar porque es un modelo que puede servir de ejemplo para otros lugares de la costa andaluza. Se ha hecho un replanteo de las parcelas que hay, de las viviendas y un estudio detallado, en complicidad con el ayuntamiento y los vecinos. Los vecinos son conscientes de que no se puede mantener la situación de desorden y también de que necesitan una serie de servicios que no se les puede dar si no hay un ordenamiento. No digo que no se vaya a perder alguna casa, pero salvo los que no estén dentro de los 100 metros de costa, el resto, que son la mayoría (250 viviendas aproximadamente), serán reordenadas.

-Volviendo a Cádiz, ¿no son demasiados nueve años para hacer 200 viviendas de realojo en Matadero?

-Sí, puede ser, dependiendo de quien lo mire. Es verdad que no han sido nueve años tirados, sino trabajados, con muchas dificultades. Le puedo decir que se está trabajando con el máximo empeño para que se pueda resolver cuanto antes. El último obstáculo ha sido el más abrupto, porque ha parado Matadero I cuando estaba finalizando. Tenemos ya la buena noticia de que se ha resuelto el concurso. Si todo va como se prevé, podremos reiniciar la obra a finales de otoño.

-¿Comparte la idea de sus compañeros socialistas de encontrar el próximo nicho de viviendas en la Zona Franca?

-¿Por qué no? Es una ciudad que necesita crecer. La propuesta de los palafitos planteada en el PGOU me parece más irreal que la que algunos miembros de mi partido plantean para Zona Franca.

-Uno de los que también apoya esa idea es el delegado de Zona Franca, José de Mier, que incluso plantea que la gente pasee por allí los domingos.

-Siempre hay optimistas. (Risas). Creo que José de Mier quiere poner en valor esa zona y a mí me parece que es su responsabilidad. Lo veo bien y no carece de razón. Hay un uso potencial de la zona como parque residencial que debe ser abordado sin complejos. Si ha sido la trasera de la ciudad, la podemos poner en la delantera. Todo es cuestión de ganas, imaginación y ser sensato porque no tenemos otra posibilidad de suelo en la ciudad.

-A propósito de De Mier, ¿es verdad que se lleva mal con él o es una leyenda urbana?

-Es una leyenda urbana. No me llevo nada mal. Hombre, el hecho de que seamos compañeros de partido no quiere decir que seamos amigos, entre otras cosas porque José de Mier me coge muy lejos generacionalmente. Yo no he tenido ocasión de compartir con él responsabilidades políticas ni orgánicas y eso hace que tenga poca afinidad, porque no está dentro de mi círculo. Las relaciones son cordiales, de compañeros, de respeto institucional, pero no hay una amistad.

-¿Y qué hay del nombramiento de Carolina Camacho al frente de la Oficina de Rehabilitación?

-Tenemos todos una tendencia a sacar los nombres antes de tiempo y en el caso de Carolina, tal vez se ha precipitado el momento, no el nombre. Yo dije que no iba a ser inmediato.